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2.
Rev. urug. cardiol ; 24(2): 101-104, sep. 2009. ilus
Article in Spanish | LILACS-Express | LILACS | ID: lil-694299

ABSTRACT

En poblaciones tratadas con dosis superiores de amiodarona a las usadas en nuestro medio y sin períodos de suspensión, la literatura correlaciona la frecuencia y la magnitud de los depósitos corneales con la dosis total y la duración del tratamiento. Nos propusimos conocer la frecuencia y la magnitud de los depósitos corneales inducidos por la amiodarona y evaluar su relación con la dosis, los días de suspensión semanal y la duración del tratamiento. Fueron incluidos todos los pacientes de la institución tratados crónicamente con amiodarona por la autora (IV), entre setiembre de 1999 y setiembre de 2000, que consintieron en ser estudiados con lámpara de hendidura. Los depósitos corneales se clasificaron en ausentes, muy leves, leves, moderados y severos. En el análisis estadístico, las proporciones fueron comparadas a través del test exacto de Fisher, las medias entre dos o más grupos a través del test de Kruskal-Wallis y para correlacionar las dosis con el grado de depósitos se utilizó el coeficiente de correlación de Spearman. Se incluyó un total de 21 pacientes (90% hombres), con una edad media de 71,3 años (DS=9,4). El 76% presentó depósitos corneales. Se observó una correlación positiva entre el grado de depósitos y la dosis total de amiodarona (r=0,630; p=0,020), la dosis diaria (r=0,706; p< 0,001) y sobre todo la dosis media semanal (r=0,731; p<0,001). La ausencia de días de suspensión se asoció con depósitos severos (p=0,001). La duración del tratamiento, en cambio, no mostró correlación con los depósitos. Estos resultados pondrían en evidencia la importante influencia que posee el descanso del fármaco sobre este efecto colateral.


SUMMARY Current literature states that in populations receiving uninterrupted, higher than usual –in our daily practice– doses of amiodarone, a correlation between frequency and quantity of corneal deposits against total dosage and length of treatment can be established. We therefore decided to determine frequency and quantity of amiodarone-induced corneal deposits and study their relation to dose, weekly interruptions and length of treatment. Those patients of the institution that were chronically treated by the author (IV) with amiodarone between september 1999 and september 2000, who consented to be studied with a splitlamp were included. Corneal deposits were classified as absent, very light, light, moderate or severe. The statistical analysis was conducted by using the precise Fisher test when comparing proportions, the Kruskal-Wallis test for averages between 2 or more groups and the Spearman coefficient to correlate doses with amount of deposits. A total of 21 patients (90% male) with an average of 71.3 years of age (SD=9.4) were included. In 76% of the patients corneal deposits were found. A direct correlation was found between the amount of corneal deposits and total dose of amiodarone (r=0.630; p=0.020), daily dose (r=0.706; p<0.001) and particularly the average weekly dose (r=0.731; p<0.001). Severe deposits were associated to lack of interruptions (p=0.001). However, no relation was found between deposits and length of treatment. These results would put in evidence the important influence that the periodic interruption of the drug has on this particular side effect.

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