ABSTRACT
Presentamos el caso de una paciente de 53 años con un cuadro de aparición de placas eritematovioláceas severamente induradas en tronco y extremidades. La correlación clínico-patológica sugirió el diagnóstico de una morfea generalizada pero también se encontraron algunas características de fascitis eosinofílica. La respuesta adecuada a los corticosteroides orales favoreció este último diagnóstico. Se presenta además una revisión de la literatura con respecto a la escleroderma localizada y sus variantes anotando las principales características de cada una de ellas y las diferentes hipótesis sobre su etiopatogenia. Podemos concluir que la escleroderma comprende un espectro de enfermedades cuya característica común es la fíbrosis dérmica y que en ocasiones la completa diferenciación entre éstas no es posible