ABSTRACT
Objetivos: Describir la frecuencia de estrés postraumático posterior al terremoto de Chile del 27 de febrero de 2010, en cuidadores de niños prescolares y su asociación con el reporte del desarrollo de los niños, como también de las actitudes respecto de la crianza. Metodología: El estudio fue ejecutado seis meses después de acontecido el terremoto. Se realizó un diseño transversal en 1.625 cuidadores de niños entre 30 y 48 meses, que recibían atención en centros de salud públicos. Se evaluó el trastorno mediante la escala auto-administrada de trauma de Davidson. Adicionalmente se midieron las características sociodemográficas, de salud física y mental de los cuidadores, el desarrollo de los niños y crianza. Resultados: La frecuencia del trastorno de estrés postraumático fue de 7,3%. No se encontraron asociaciones significativas entre estrés postraumático en el cuidador y desarrollo infantil. Hubo asociaciones estadísticamente significativas con funcionamiento familiar (p<0,05) y creencias coercitivas respecto de la educación de los niños (p < 0,05), entre otras. Conclusiones: La presencia de este trastorno en el cuidador podría ser un marcador de riesgo para el cuidado infantil, por lo que, resulta fundamental su detección y tratamiento tempranos post desastre mediante un abordaje familiar.
Objectives: To describe the PTSD frequency, following the February 27, 2010 (27-F) earthquake in Chile, in preschool caregivers and its association with child development reports and parenting attitudes. Methodology: The study was carried out six months after the earthquake. A cross-sectional survey design was performed in 1625 caregivers of children between 30 and 48 months old, who received care at public health centers. Disorders were evaluated by the self-administered Davidson trauma scale. Additionally, sociodemographic, physical and mental health of caregivers, child development and parenting characteristics were measured. Results: The frequency of PTSD was 7.3%. There were no significant associations between post-traumatic stress in the caregiver and child development. There were statistically significant associations with family functioning (p < 0.05) and enforced beliefs regarding the education of children (p < 0.05), among others. Conclusions: The presence of this disorder in the caregiver may be a risk marker for child care; therefore, after the disaster and through a familiar approach, detection and early treatment are essential.
ABSTRACT
Objectives: to describe the PTSD frequency, following the february 27, 2010 (27-F) earthquake in Chile, in preschool caregivers and its association with child development reports and parenting attitudes. Methodology: the study was carried out six months after the earthquake. A cross-sectional survey design was performed in 1625 caregivers of children between 30 and 48 months old, who received care at public health centers. Disorders were evaluated by the self-administered Davidson trauma scale. Additionally, sociodemographic, physical and mental health of caregivers, child development and parenting characteristics were measured. Results: the frequency of PTSD was 7.3 percent. There were no significant associations between post-traumatic stress in the caregiver and child development. There were statistically significant associations with family functioning (p < 0.05) and enforced beliefs regarding the education of children (p < 0.05), among others. Conclusions: the presence of this disorder in the caregiver may be a risk marker for child care; therefore, after the disaster and through a familiar approach, detection and early treatment are essential.
Objetivos: describir la frecuencia de estrés postraumático posterior al terremoto de Chile del 27 de febrero de 2010, en cuidadores de niños prescolares y su asociación con el reporte del desarrollo de los niños, como también de las actitudes respecto de la crianza. Metodología: el estudio fue ejecutado seis meses después de acontecido el terremoto. Se realizó un diseño transversal en 1.625 cuidadores de niños entre 30 y 48 meses, que recibían atención en centros de salud públicos. Se evaluó el trastorno mediante la escala auto-administrada de trauma de Davidson. Adicionalmente se midieron las características sociodemográficas, de salud física y mental de los cuidadores, el desarrollo de los niños y crianza. Resultados: la frecuencia del trastorno de estrés postraumático fue de 7,3 por ciento. No se encontraron asociaciones significativas entre estrés postraumático en el cuidador y desarrollo infantil. Hubo asociaciones estadísticamente significativas con funcionamiento familiar (p<0,05) y creencias coercitivas respecto de la educación de los niños (p < 0,05), entre otras. Conclusiones: la presencia de este trastorno en el cuidador podría ser un marcador de riesgo para el cuidado infantil, por lo que, resulta fundamental su detección y tratamiento tempranos post desastre mediante un abordaje familiar.