ABSTRACT
En esta revisión se analiza el papel que desempeña el hierro en los procesos metabólicos y fisiológicos del sistema nerviosa central (SNC), así como su posible participación en algunos trastornos neneurológicos y psiquiátricos. Este metal se encuentra en el SNC bajo dos formas: hémica y no hémica. El hierro no hémico sería la forma mas importante desde el punto de vista metabólico y fisiológico, ya que es un cofactor y forma parte de enzimas que intervienen en la síntesis y degradación de las catecolaminas y la serotonina. Además, parece intervenir en el almacenamiento de la serotonina, la norepinefrina, y tal vez, de la dopamina. El hierro no está uniformemente distribuído en el cerebro. Las más altas concentraciones se encuentran en el globo pálido y la sustancia nigra. La distribución del GABA y la dopamina coincide aproximadamente con la de este metal. Además, se ha observado que el bloqueo de la degradación del GABA produce una disminución de las concentraciones de hierro; por otra parte, una reducción de este metal ocasiona una disminución del número de receptores dopaminérgicos D2 en el cerebro. Por estas razones, se ha sugerido que debe existir alguna participación del hierro en las funciones dopaminérgicas y gabaérgicas. El hierro parece tener interacciones con otros metales trazas, como el zinc, el cobre, el manganeso, el cobalto y el selenio. El recambio cerebral del hierro es muy lento; por lo tanto, las deficiencias producidas en etapas tempranas de la vida son muy difíciles de corregir y tienden a persistir. El hierro penetra a la célula nerviosa a través de una captación mediada por un receptor a la transferrina (Tf). La distribución de estos receptores es heterogénea en el SNC y, paradójicamente, no coincide con la del hierro. Por esto, se ha supuesto que la Tf tendría funciones adicionales al transporte de hierro en el SNC. El hierro es un constituyente importante de muchas de las enzimas que participan en el metabolismo energético...