ABSTRACT
El diagnóstico diferencial entre trastomos neurológicos y psiquiátricos es una difícil discriminación que debe hacerse en base a un sólido criterio clínico-médico, a instrumentos de evaluación modernos, válidos y sensibles, y a definiciones precisas del concepto de deterioro y demencia. La dificultad diagnostica más importante se plantea en los pacientes de alrededor de 60 años porque frecuentemente los déficits de memoria están asociados al envejecimiento normal y es difícil diferenciarlos clínicamente de un deterioro verdadero que indicaría un estadio temprano de trastorno demencial. En el presente trabajo describimos un caso clínico en el que se efectuó una evaluación completa. Los datos surgidos de una evaluación neuropsicológica exhaustiva como la que se presenta aquí resultaron sumamente útiles para determinar diagnóstico y pronóstico, así como también la calidad y extensión de las alteraciones que producen sus efectos en trastornos del funcionamiento social y laboral. También se privilegia el seguimiento estrecho y sostenido del paciente, lo cual otorga mayores posibilidades al diagnóstico precoz de cualquier trastorno intercurrente.