ABSTRACT
La etapa preescolar se caracteriza por una estabilidad en el crecimiento, debido a una disminución en la velocidad de talla y de peso que condiciona una disminución en el apetito, por lo tanto estos niños necesitan menos calorías por kilo de peso para cubrir sus requerimientos calóricos diarios, en comparación a lo que necesitaban durante sus primeros años de vida. El preescolar regula su ingesta y saciedad sin influencia del medio externo, esto hace que el niño mantenga un consumo energético constante durante las veinticuatro horas del día. En este período el apetito es irregular y varía de un día a otro según las fluctuaciones en su crecimiento y su gasto en actividad física; en un mismo día, una comida puede ser copiosa y otra puede no realizarse. Por supuesto, esto origina ansiedad en la familia y en las personas que están a cargo de su cuidado.