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1.
Med. infant ; 22(2): 83-87, Junio 2015. tab
Article in Spanish | LILACS | ID: biblio-905817

ABSTRACT

Objetivo: Evaluar la respuesta al tratamiento con corticoides e inmunomoduladores en niños con pars planitis. Materiales y método: Se realiza un estudio retrospectivo y observacional de nueve historias clínicas de pacientes con diagnóstico de pars planitis atendidos en el servicio de oftalmología del Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan desde el año 2010. Resultados: De los nueve pacientes 6 eran niños y 3 niñas. El motivo de consulta principal fue disminución de la visión. La mayoría de los pacientes fueron derivados por otros oftalmólogos para tratamiento. El 100% sufrió afectación ocular bilateral. Las complicaciones fueron: catarata, queratopatía en banda, hipertensión ocular y edema macular cistoide. El 100% de los pacientes recibió tratamiento con corticoides por vía oral e inmunomoduladores. A algunos se les efectuó inyecciones de triamcinolona subtenoniana y criocoagulación. Conclusiones: con el tratamiento con prednisona e inmunomoduladores se logró mejoría en la agudeza visual en 15 ojos y 3 ojos mantuvieron igual agudeza visual. La pars planitis es una patología crónica con un pronóstico visual reservado que requiere de un seguimiento estrecho y tratamiento prolongado por parte de un equipo interdisciplinario (AU)


Objective: To assess response to steroid and immunomodulating treatment in children with pars planitis. Material and methods: A retrospective observational study was conducted reviewing nine clinical charts of children with a diagnosis of pars planitis seen at the Department of Ophthalmology of the Pediatric Hospital Juan P. Garrahan since 2010. Results: Of nine patients, six were boys and three were girls. Main complaint was loss of vision. The majority of patients were referred to our hospital by other ophthalmologists for treatment. All children had bilateral eye involvement. Complications observed were: cataracts, band keratopathy, ocular hypertension, and cystoid macular edema. All patients received oral steroids and immunomodulating treatment. In some subtenonian injection of triamcinolone and cryocoagulation was performed. Conclusions: Prednisone and immunomodulating treatment resulted in an improvement of visual acuity in 15 eyes and three eyes visual acuity remained unchanged. Pars planitis is a chronic disease with an uncertain visual prognosis that requires close follow-up and prolonged treatment by an interdisciplinary team (AU)


Subject(s)
Humans , Child, Preschool , Child , Adolescent , Adrenal Cortex Hormones/therapeutic use , Corneal Diseases/etiology , Immunologic Factors/therapeutic use , Macular Edema/etiology , Pars Planitis/complications , Pars Planitis/diagnosis , Pars Planitis/drug therapy , Chronic Disease
2.
Med. infant ; 22(2): 93-97, Junio 2015. tab
Article in Spanish | LILACS | ID: biblio-905909

ABSTRACT

Introducción: el síndrome del niño sacudido se incluye en la clasificación del maltrato físico. Las lesiones oculares se deben a la tracción producida sobre la retina a partir del vítreo del niño, fuertemente unido a ella, con desgarro de las capas retinales y colección de sangre en la cavidad resultante (retinosquisis hemorrágica). Objetivo: describir las manifestaciones oftalmológicas iniciales y la evolución del síndrome del bebé sacudido. Materiales y métodos: se realiza un estudio descriptivo y retrospectivo de cuatro pacientes con el síndrome del niño sacudido. Las variables analizadas son: sexo, edad, fondo de ojos, ecografía ocular, tratamiento y evolución visual. Resultados: los casos 1 y 2 eran gemelos, uno de ellos presentó manifestaciones a nivel del fondo de ojos y el segundo no, ambos requirieron intervención neuroquirúrgica. El tercero presentaba lesiones a nivel ocular con opacidad de medios por lo cual se le realizó en ambos ojos vitrectomía exploradora. El cuarto caso se trataba de una paciente de 6 meses con hemovítreo en ojo derecho y retinosquisis hemorrágica en ojo izquierdo, y requirió vitrectomía para la resolución del hemovítreo, aunque el resultado visual fue desfavorable. Conclusión: el examen oftalmológico contribuye al diagnóstico del síndrome del bebé sacudido por lo que es necesario en la evaluación de los niños pequeños que presenten lesiones sospechosas de abuso (AU)


Introduction: Shaken baby syndrome is included in the classification of physical abuse. Ocular lesions in the infant are due to traction to the retina from the adjacent vitreous causing with tears of the retinal layers and blood collection in the resulting cavity (hemorrhagic retinoschisis). Objective: To describe early ocular manifestations and outcome of shaken baby syndrome. Material and methods: A retrospective, descriptive study was conducted in four patients with shaken baby syndrome. Sex, age, ocular fundus, ultrasonography, treatment, and visual outcome were analyzed. Results: Cases 1 and 2 were twins, one of them presented with fundus manifestations, the other did not; both required neurosurgical intervention. The third infant had eye lesions with media opacities and therefore exploratory vitrectomy was performed in both eyes. The fourth was a 6-month-old baby girl with hemovitreous in the right and hemorrhagic retinoschisis in the left eye. She required vitrectomy to resolve the hemovitreous, but the result was poor. Conclusion: Ophthalmological examination was useful in the diagnosis of shaken baby syndrome and should therefore be performed in little children in whom child abuse is suspected (AU)


Subject(s)
Humans , Infant , Battered Child Syndrome/diagnosis , Eye Manifestations , Retinal Hemorrhage/diagnosis , Retinal Hemorrhage/etiology , Shaken Baby Syndrome/diagnosis , Vitreous Hemorrhage/diagnosis , Vitreous Hemorrhage/etiology
3.
Med. infant ; 22(2): 106-111, Junio 2015. ilus
Article in Spanish | LILACS | ID: biblio-905924

ABSTRACT

Objetivo: evaluar la efectividad del implante de la válvula de Ahmed (VA) en niños desde los 2 años de vida hasta los 16 años de edad, que presentaron glaucoma refractario al tratamiento quirúrgico convencional, atendidos en el Hospital Garrahan durante el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2006 hasta el 30 de Junio de 2014. Resultados: Se incluyeron 16 ojos de 13 pacientes con un total de 17 VA colocadas. La presión intraocular (PIO) promedio de las tres últimas tomas antes de la colocación de la VA fue de 25,38 mm Hg con un rango de 19,33 mm Hg a 39,33 mm Hg. Todos estos pacientes se encontraban con tratamiento farmacológico tópico y nueve pacientes (69,2%) estaban medicados con acetazolamida vía oral. Trece ojos de 16 incluidos en este trabajo (81,25%) recibieron más de una cirugía filtrante previa. Los 3 ojos (18,75%) no operados previamente eran glaucomas secundarios a uveítis; se decidió colocar el dispositivo de drenaje de primera elección. Un solo ojo (6,25%) incluido en la presente serie requirió la colocación de una segunda VA. La PIO promedio al año de cirugía de la válvula fue de 13,36 mm Hg. y en los pacientes a los que se logró seguir por cinco años la PIO se mantuvo por debajo de 20 mm Hg. Ninguno de los pacientes a los que se les colocó válvula necesitó inhibidores de la anhidrasa carbónica por vía oral. Un 64,72% de los ojos a los que se les colocó VA no necesitó medicación para regular la PIO. Del 35,28% de los 17 ojos posquirúrgicos que debieron usar medicación tópica encontramos que un ojo (5,88%) requirió una droga, cuatro ojos (23,52%) demandaron el uso de dos drogas y un solo ojo (5,88%) necesitó tres drogas tópicas para mantener su PIO menor a 20 mm Hg. Las complicaciones posquirúrgicas tardías de la colocación de VA fueron en cuatro casos (23,5%) quistes conjuntivales perivalvulares, en uno (5,88%) hubo exposición del tubo que requirió su reposicionamiento, un caso (5,88%) presentó alteraciones de la motilidad ocular y otro (5,88%) desprendimiento de retina. Conclusión: La colocación de la VA es efectiva para el tratamiento del glaucoma infantil refractario porque se consiguió una disminución del 100% de la presión intraocular, con y sin medicación coadyuvante en los diversos controles de nuestro grupo de pacientes estudiados. El 64,7% de los pacientes no necesitó medicación tópica posterior a la cirugía y ninguno de ellos necesitó tratamiento con medicación sistémica para regular la PIO (AU)


Objective: To assess the effectiveness of Ahmed valve (AV) implantation in children between 2 and 16 years of age with glaucoma refractory to conventional surgical treatment seen at the Garrahan Hospital from January 1, 2006 to June 30, 2014. Results: 16 eyes of 13 patients were included of a total of 17 AV implanted. Mean intraocular pressure (IOP) of the last three taken before AV placement was 25.38 mm Hg with a range of 19.33 mm Hg to 39.33 mm Hg. All the patients were receiving topical drug treatment and nine (69.2%) received oral acetazolamide. Thirteen of 16 eyes included in the study (81.25%) underwent more than one previous filtration surgery. The three eyes (18.75%) that did not undergo surgery had glaucoma secondary to uveitis; a first-choice drainage device was placed. Only one eye (6.25%) included in this series required placement of a second AV. Mean IOP one year after implantation of the valve was 13.36 mm Hg and in those patients followed-up for five years IOP remained below 20 mm Hg. None of patients in whom an AV was implanted needed oral carbonic anhydrase inhibitors. Overall, 64.72% of the eyes with an AV implant did not need medication to regulate IOP. Postsurgically, of 35.28% of 17 eyes that needed topical medication, we found that one eye (5,88%) required one drug, four eyes (23.52%) needed two drugs, and only one eye (5.88%) needed three drugs to maintain IOP below 20 mm Hg. Late surgical complications of AV placement were perivalvular conjunctival cysts in four cases (23.5%), exposition of the tube that needed repositioning in one case (5.88%), alterations of ocular movements in one (5.88%), and retinal detachment in another (5.88%). Conclusion: AV implantation is effective in the treatment of refractory childhood glaucoma as it decreases IOP by 100% with or without coadjuvant medication in the follow-up of our patients. Of all patients, 64.7% did not need topical medication after surgery and none of the patients needed systemic medication to regulate IOP (AU)


Subject(s)
Humans , Child, Preschool , Child , Adolescent , Glaucoma Drainage Implants , Glaucoma/surgery , Intraocular Pressure , Postoperative Complications , Retrospective Studies
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