ABSTRACT
Actualmente, la calidad bacteriológica del agua no es, en gran parte, más que una evaluación a posteriori: la población es advertida después de que estuvo expuesta al riesgo sanitario. La situación ideal, en materia de gestión de los ambientes acuáticos de uso recreativo, sería poder prever en cualquier momento su calidad bacteriológica. Una aproximación es desarrollar modelos predictivos que relacionen la excedencia (número de días durante los cuales el indicador bacteriológico excede los estándares) con variables ambientales. Los estudios se llevaron a cabo en dos balnearios con características limnológicas diferentes: uno fluvial y otro lacustre, durante principios de 1998 hasta fines del año 2000, en cuyo transcurso se pudo obtener información del impacto de situaciones hidro-climáticas muy disímiles sobre microorganismos de interés sanitario (Escherichia coli y cianobacterias). Las variables concentración máxima de E.coli, lluvias y nivel hidrométrico (Nh) explicaron el 92,6 por ciento de la varianza de la excedencia en el modelo de regresión múltiple en el balneario fluvial. Otras variables abióticas (temperatura, pH, conductividad, transparencia, oxígeno disuelto) presentaron problemas de colinearidad o no realizaron aportes estadísticamente significativos al modelo (p>0,05). Durante el fenómeno de El Niño (Nh>5m) no se produjeron excedencias después de las lluvias, incluso con precipitaciones de 200 mm. Además, la densidad media (x) de cianobacterias se mantuvo baja (x=1,191ñ0,703 log sub10 cian./ml). Durante las anomalías pluviales negativas si bien las excedencias de E.coli fueron poco frecuentes en ambos balnearios (debido a las escasas lluvias), se produjo un masivo desarrollo de cianobaterias (x=4,657ñ0,578 log sub10 cian./ml) en el balneario lacustre. En este balneario, la media del coeficiente de decaimiento (K) para E.coli resultó inferior al estimado para el balneario fluvial (K=-0,682ñ0,32 versus K=-0,387ñ0,16, respectivamente). Estas diferencias (p<0,05), posiblemente fueron debidas al ambiente desfavorable creado por el mayor desarrollo de microorganismos fotosintéticos. Analizando separadamente el período anómalo, las variables que mejor explicaron (98,6 por ciento) las excedencias fueron (además de la concentración máxima de E.coli) el pH, temperatura y días sin lluvias (DSL) previos al muestreo.