Your browser doesn't support javascript.
loading
Show: 20 | 50 | 100
Results 1 - 2 de 2
Filter
Add filters








Language
Year range
1.
Bol. méd. Hosp. Infant. Méx ; 73(5): 338-356, sep.-oct. 2016. tab, graf
Article in Spanish | LILACS | ID: biblio-951249

ABSTRACT

Resumen: La nutrición adecuada durante los primeros dos años de vida es fundamental para el desarrollo pleno del potencial de cada ser humano; actualmente se reconoce que este periodo es una ventana crítica para la promoción de un crecimiento y desarrollo óptimos y un buen estado de salud. Por tanto, cumplir con una alimentación adecuada en esta etapa de la vida tiene impacto sobre la salud, estado de nutrición, crecimiento y desarrollo de los niños; no sólo en el corto plazo, sino en el mediano y largo plazo. El presente trabajo ofrece recomendaciones de alimentación complementaria (AC) que se presentan en forma de preguntas o enunciados que consideran temas importantes para quienes atienden niños durante esta etapa de la vida; por ejemplo: inicio de la alimentación complementaria a los 4 o 6 meses de edad; exposición a alimentos potencialmente alergénicos; introducción de bebidas azucaradas; uso de edulcorantes artificiales y productos light; secuencia de introducción de alimentos; modificaciones de consistencia de alimentos de acuerdo a la maduración neurológica; número de días para probar aceptación y tolerancia a los alimentos nuevos; cantidades por cada tiempo de comida; prácticas inadecuadas de alimentación complementaria; mitos y realidades de la alimentación complementaria; hitos del desarrollo; práctica del "Baby Led Weaning" y práctica de vegetarianismo.


Abstract: A proper nutrition during the first two years of life is critical to reach the full potential of every human being; now, this period is recognized as a critical window for promoting optimal growth, development, and good health. Therefore, adequate feeding at this stage of life has an impact on health, nutritional status, growth and development of children; not only in the short term, but in the medium and long term. This paper provides recommendations on complementary feeding (CF) presented as questions or statements that are important for those who take care for children during this stage of life. For example: When to start complementary feedings: 4 or 6 months of age?; Exposure to potentially allergenic foods; Introduction of sweetened beverages; Use of artificial sweeteners and light products; Food introduction sequence; Food consistency changes according to neurological maturation; Number of days to test acceptance and tolerance to new foods; Amounts for each meal; Inadequate complementary feeding practices; Myths and realities of complementary feeding; Developmental milestones; Practice of "Baby Led Weaning" and practice of vegetarianism.

2.
Bol. méd. Hosp. Infant. Méx ; 72(2): 99-105, mar.-abr. 2015. tab, ilus
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-781227

ABSTRACT

Resumen:Introducción: Se sabe que la vitamina D (25(OH) D) tiene un efecto directo sobre la salud del hueso y músculo. Se ha relacionado también con enfermedades reumatológicas de origen autoinmune. Los estudios en niños con este tipo de enfermedades son escasos, sobre todo en artritis idiopática juvenil. El objetivo de este trabajo fue determinar las concentraciones de 25(OH) D en pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES) y artritis idiopática juvenil (AIJ), y compararlas con las concentraciones en individuos sanos.Métodos: Se determinaron las concentraciones de 25(OH) D por medio de espectrometría de masas con cromatografía liquida por tándem (ID-LC-MS/MS), las concentraciones de la hormona paratiroidea por análisis inmunorradiométrico (IRMA), y las concentraciones de calcio, fósforo y fosfatasa alcalina por métodos colorimétricos en 37 pacientes con LES, 37 pacientes con AIJ y 79 controles sanos.Resultados: Las concentraciones séricas de 25(OH) D fueron de 18.9 ±7.92 ng/ml en LES, 21.97 ± 5.55 ng/ml en AIJ y 23.6 ± 3.07 ng/ml en controles sanos. Hubo una diferencia significativa al comparar las concentraciones de 25 (OH) D entre los pacientes con LES y los controles sanos (p <0.05). El 29.7% de pacientes con LES, el 35.1% con AIJ y el 31.6% de sujetos sanos cursaron con niveles deficientes de vitamina D en este estudio.Conclusiones: Una tercera parte de los niños estudiados en los tres grupos mostraron deficiencias de vitamina D. La más severa fue en los niños con LES.


Abstract:Background: It is well recognized that vitamin D has a direct effect in bone and muscle and has been associated as well with some rheumatologic diseases. Reports in children are scarce. The aim of this study was to determine the concentration level of 25(OH)D in a group of patients with systemic lupus erythematosus (SLE) and juvenile idiopathic arthritis (JIA) and compare them with healthy controls.Methods: Vitamin D (25(OH)D) was measured with isotope-dilution liquid chromatography-tandem mass spectrometry (ID-LC-MS/MS), PTH with immunoradiometric assay (IRMA), calcium, phosphorus and alkaline phosphatase by colorimetric assay in 37 patients with SLE, 37 patients with JIA and 79 healthy controls.Results: Mean 25(OH)D concentration levels were as follows: SLE 18.9 ± 7.92 ng/ml, JIA 21.97 ± 5.55 ng/ml and 23.6 ± 3.07 ng/ml in healthy controls. There was a significant difference between SLE patients vs. healthy controls (p <0.05); 29.7% of SLE patients, 35.1% of JIA patients and 31.6% of healthy controls had deficient levels of vitamin D.Conclusions: One third of the total sample of children in this study had deficient levels of vitamin D. Patients with SLE presented a significant difference compared with healthy controls.

SELECTION OF CITATIONS
SEARCH DETAIL