ABSTRACT
Se plantea la necesidad del hombre de conocerse a sí mismo, interrogándose sobre su destino, de determinar los hitos o mojones que señalan su vida. Se producen turbulencias, que se han dado en llamar crisis. Una de ellas es la "Crisis de la edad media de la vida", entre los 30 a 40 años, en algunos antes, en otros después, en ambos sexos. La pérdida de la juventud, el duelo por ella y las consecuencias de ese paso del tiempo que deja importantes huellas, primero en lo biológico, también en lo psíquico, señalan la inminencia de hallarse en la cúspide desde donde se inicia el descenso. La edad avanzada de los padres o la muerte de uno de ellos contribuye a la sensación de envejecimiento y se empieza a percibir más nítidamente que el próximo turno para envejecer y morir es el propio. Las crisis de la edad media de la vida consiste en la gradual toma de conciencia, de que hay ilusiones que jamás se alcanzarán. Ello implica aceptar la finitud de la vida; y si el sujeto no traicionó demasiado su verdadero self estará siempre a tiempo de capitalizar sus experiencias aumentando su creatividad y su insight