ABSTRACT
En los últimos años ha aumentado enormemente el arsenal terapéutico, por lo que el número de antibióticos disponible es cada vez mayor. Si bien esto resulta beneficioso para el enfermo, el médico puede tener dificultades en el momento de realizar la selección del agente a administrar. Para que el antibiótico prescrito sea el más adecuado para cada situación es necesario que éste tenga en cuenta los datos relacionados con el trípode constituido por: paciente, enfermedad y droga. Con la finalidad de lograr que los antibióticos se apliquen siguiendo directivas lógicas se consideró la necesidad de elaborar bases de "uso razonado de antibióticos", buscando mejorar la relación eficacia-comodidad-beneficio, con el mínimo de toxicidad-desarrollo de resistencias-costo. Para decidir la administración de antibióticos primero hay que contar con la convicción de que se está frente a una patología infecciosa bacteriana que tiene indicación de antibióticos. Siempre hay que tener presente que no toda fiebre es de causa infecciosa, ni que toda infección requiere de antibióticos para curar. Si bien un tratamiento empírico suele iniciarse antes de tener la confirmación etiológica de la enfermedad infecciosa, es esencial que antes de emprenderlo se recojan las muestras necesarias que conduzcan a un diagnóstico etiológico. Ello permite adaptar el tratamiento una vez conocido el agente causal, su sensibilidad y la evolución clínica del caso. Los planes antibióticos se deben seleccionar en forma individualizada para cada enfermo, considerando parámetros relacionados con: la condición del paciente y sus características, la enfermedad y su localización, el agente causal (o los agentes sospechados), la sensibilidad de los mismos a los antibióticos o su patrón en cada medio, las características de la droga en cuanto a espectro, farmacodinamia, farmacocinética, efectos tóxicos e intolerancias. Aunque varios planes terapéuticos pueden ser eficaces para una misma enfermedad infecciosa, se aconseja el que resulte más eficaz para ese caso, retarde la aparición de cepas resistentes que limite el uso posterior de la droga, sea de aplicación más cómoda, provoque menos efectos tóxicos e intolerancias y sea de menos costo económico