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1.
Rev. Soc. Boliv. Pediatr ; 54(1): 25-32, 2015. ilus
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-765400

ABSTRACT

Introducción: El dengue se ha convertido en un serio problema de salud pública en Paraguay. La existencia de factores clínicos o laboratoriales que puedan predecir la evolución de la enfermedad, durante su evaluación en los Servicios de Urgencias, puede favorecer la identificación temprana de individuos con mayor riesgo y así optimizar los recursos en época de epidemias. Objetivos: Determinar los factores de riesgo clínicos y laboratoriales de Dengue Grave (DG) al ingreso, en pacientes hospitalizados por Dengue con Signos de Alarma (DSA). Materiales y Métodos: Estudio de casos y controles, llevado a cabo en el Servicio de Urgencias del Hospital General Pediátrico "Niños de Acosta Ñu" de febrero a junio de 2012. Para identificar los aspectos asociados a la evolución a Dengue Grave se realizó el análisis univariado de las variables clínicas y laboratoriales al ingreso hospitalario. De las variables con significancia estadística se procedió al análisis de regresión logística. Resultados: 217 niños fueron incluidos, 57 casos de DG y 160 controles. La media de edad fue de 11 años (p: 0,719). Los días de enfermedad al ingreso fueron similares 3,4 versus 3,6 (p: 0,643). Presentó asociación con Dengue Grave: la hemoconcentración y descenso de plaquetas (OR: 3,3 IC 95% 2,0-11,3 p: 0,027) y el antecedente de vómitos (OR: 3,2 IC 95% 1,7-7,2 p: 0,007). Para la hemoconcentración y caída de plaquetas la sensibilidad fue del 26% y la especificidad 93%, VPP 57,7% y VPN 78%. La presencia de vómitos, tuvo una sensibilidad del 78,9% y especificidad del 48,8%, con un VPP 35,4% y VPN 86%. La extravasación se produjo entre el 3º y 6° día de enfermedad, media: 5,3 ± 0,9. Conclusiones: La hemoconcentración con descenso de plaquetas aumentó 3,3 veces la posibilidad de tener Dengue Grave cuando está presente, pero su ausencia no implicó que no lo desarrollarían. Ninguna de las variables permitió predecir con suficiente solvencia la evolución a Dengue Grave en el momento del ingreso hospitalario.


Introduction: Dengue has become a serious public health problem in Paraguay. Knowledge of clinical or laboratory test parameters that could predict progression of the disease during assessment in emergency services could improve early identification of individuals at greater risk and optimize use of resources during epidemics. Objectives: We sought to determine the clinical and laboratory test risk factors for severe dengue (SD) on admission in patients hospitalized for dengue with warning signs (DWS). Materials and Methods: We conducted a case-control study in the emergency department of the general pediatric hospital Niños de Acosta Ñu in Paraguay between February and June of 2012. Univariate analysis of clinical and laboratory test values at admission was done to identify characteristics associated with progression to severe dengue. Statistically significant variables were subjected to logistic regression analysis. Results: We included 217 children, 57 with SD and 160 controls with a mean age of 11 years (p= 0.719). Days of illness preceding admission were similar: 3.4 versus 3.6 (p= 0.643). Severe dengue was associated with hemoconcentration and decreased platelet count (OR: 3.3, CI 95% 2.0-11.3, p= 0.027) and a history of vomiting (OR: 3.2, CI 95% 1.7-7.2, p= 0.007). Sensitivity was 26% and sensitivity 93% for hemoconcentration and platelet decrease with a PPV of 57.7% and NPV of 78%. Vomiting showed a sensitivity of 78.9% and specificity of 48.8% with a PPV of 35.4% and NPV of 78%. Extravasation occurred between the third and sixth day of illness, with a mean of 5.3 ± 0.9. Conclusions: Hemoconcentration with decreased platelet count predicted a 3.3 times greater possibility of severe dengue, but its absence did not indicate that it would not occur. None of the associations allowed prediction of severe dengue at time of admission with sufficient certainty.

2.
Pediatr. (Asunción) ; 41(2): 113-120, agost. 2014. tab, graf
Article in Spanish | LILACS, BDNPAR | ID: lil-723613

ABSTRACT

Objetivos: Identificar la presencia de predictores de Dengue Grave (DG) en niños hospitalizados por Dengue con Signos de Alarma (DSA). Metodología: Estudio de casos y controles anidados en una cohorte, llevado a cabo en el servicio de urgencias del Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, durante la epidemia de Fiebre dengue de febrero a junio de 2012. Se realizó el seguimiento diario de pacientes ordenando la muestra según el día de enfermedad cursado hasta el momento del cambio de clasificación. Resultados: 217 niños fueron incluidos con serología confirmada para dengue. La media de edad fue de 11 años. No hubo diferencias durante el seguimiento en las cifras de hematocrito, glóbulos blancos y cantidad de líquidos administrados entre los grupos DG y SA. Si en la media de recuento de plaquetas en el 3°, 4°, 5° y 6° día de enfermedad (p < 0,0001). La media de GOT registrada fue de 158 ±127 UI/l para el grupo DG versus 91,34 ±73UI/l en el grupo SA (p: 0,0001). Para GPT fue de 79,69 ±75UI/l en el grupo DG versus 51,14±44 UI/l en SA (p: 0,002). El nivel de albúmina fue significativo (3,2± 0,3 versus 2,7±0,4 en DG, p: 0,044) y de TP (76,7% versus 65,9% p: 0,001). No hubieron diferencias significativas en los valores de Ttpa (35,8 seg versus 37 seg, p: 0,384). Fueron asociados en forma independiente con dengue grave: la hemoconcentración coincidente con descenso de plaquetas (OR: 6,4 IC 95% 2,2–18,2 p: 0,0005), sensibilidad de 57,9% y especificidad del 90%, VPP de 67,3% y VPN de 85,7%. El número de expansiones recibidas (OR: 4,8 IC 95% 1,7–13,2 p: 0,002) y la plaquetopenia en el 5º día de enfermedad (OR: 6 IC 95% 2,4–14,9 p: 0,0001). Conclusiones: En pacientes hospitalizados por Dengue con Signos de Alarma, el descenso de plaquetas al 5to día de enfermedad y el requerimiento de expansiones por dolor abdominal y/o signos tempranos de shock permiten identificar a pacientes que evolucionaran a Grave en las próximas horas .


Subject(s)
Early Warning , Dengue , Indicators and Reagents , Indicators of Morbidity and Mortality
3.
Pediatr. (Asunción) ; 41(1): 17-23, abr. 2014.
Article in Spanish | LILACS, BDNPAR | ID: lil-711878

ABSTRACT

Objetivo: Comparar características clínicas, laboratoriales y de manejo terapéutico entre lactantes y escolares internados con diagnóstico de Fiebre Dengue. Metodología: Estudio de cohorte llevado a cabo en el Departamento de Urgencias del Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu. Se incluyeron 120 niños hospitalizados con diagnóstico confirmado de Fiebre Dengue, 60 menores de un año y 60 niños mayores de 5 años. Resultados: La evolución a formas graves de la enfermedad fue similar en ambos grupos etarios (34,5% versus 30% p: 0,08). Los niños escolares tuvieron con mayor frecuencia: dolor abdominal (78,3% versus 3,3% p: <0,001), signos precoces de shock (65% versus 30% p: < 0,001) manifestaciones de sangrado (16,7% versus 1,6% p: 0,003) y permanecieron febriles por más tiempo. (3,9 días ± 0,8 versus 2,6 ± 1 p: <0,001). No hubo diferencias entre ambos grupos al comparar fuga capilar (31,7% versus 25% p: 0,41). En relación a los datos laboratoriales. Los escolares presentaron con más frecuencia hemoconcentración en el día 5° de la enfermedad (19% versus 1,7% p < 0,001), persistieron más tiempo con plaquetopenia (55,6 % versus 25% p: < 0,001) y tuvieron más leucopenia durante toda la hospitalización en comparación a los lactantes. Los niños mayores de 5 años requirieron con más frecuencia hidratación parenteral (98,3% versus 58,3% p: <0,001). Sólo los lactantes menores tuvieron necesidad de ingreso a cuidados intensivos (10/60 16,7%). Tres lactantes recibieron drogas vasoactivas por shock refractario a fluidos, dos necesitaron transfusiones de hemoderivados y uno expansión con coloides (albumina). Ningún niño en edad escolar tuvo necesidad de drogas inotrópicas, expansiones con coloides y/o transfusión de hemoderivados. Conclusiones: No se encontró diferencias en la evolución a formas graves de Dengue entre niños menores de un año sin otro factor de riesgo y escolares con signos de alarma en el momento de la hospitalización.


Subject(s)
Infant , Child, Preschool , Child , Dengue , Severe Dengue , Dengue Virus
4.
Rev. Soc. Boliv. Pediatr ; 53(2): 88-93, 2014. ilus
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-743752

ABSTRACT

Objetivos: Evaluar la validez del triángulo de evaluación pediátrica (TEP) como nuevo discriminante aplicado al sistema de clasificación de triaje. Determinar los factores de confusión al aplicar el triángulo de evaluación pediátrica. Evaluar si existe correlación entre el diagnóstico fisiopatologico y la clasificación del triaje y determinar si el personal de RAC aplica las prioridades de atención. Métodos: Estudio prospectivo, observacional y comparativo. Los datos fueron recogidos por un único observador entrenado mientras la enfermera clasificadora asignaba la priori dad de atención. Resultados: 157 niños fueron seleccionados, con una media de edad 4,3 años. Al aplicar el TEP, obtuvimos los siguientes diagnósticos fisiopatológicos: 138 (87,9%) fueron estables, 8 (5,1%) tenían dificultad respiratoria, 6 (3,8%) tenían shock compensado, 3 (1,9%) con disfunción del sistema nervioso central, 1 (0,6%) falla respiratoria, y 1 con shock descompensado. En 150 hubo concordancia en el diagnóstico entre el observador entrenado y la enfermera, en 7 discordancia (IC 0,91, k: 0,90). Respecto a la palidez como factor de confusión se detectaron 2 errores. En 2/13 niños con polipnea, hubo errores. 54 niños estaban irritables, sean consolables o no consolables, no hubo errores diagnósticos. Al correlacionar los diagnósticos del TEP y la clasificación de riesgo hubo concordancia: entre pacientes estables y clasificación no urgente (IC: 0,85 k: 0,83), estables y semi-urgencias (IC: 0,96 k: 0,95), dificultad respiratoria y shock compensado con urgencias (IC: 0,81 k: 0,79), emergencias y falla respiratoria o shock descompensado (IC: 0,6 k: 0,5). Según prioridades: 18/18 niños con fiebre recibieron antitérmicos, 8/13 niños que estaban con dolor recibieron analgesia. 6/9 niños con vómitos recibieron antieméticos, 4 fueron hidratados antes de la atención médica y 2/9 niños con broncoespasmo recibieron broncodilatores inhalados. 2/9 con dificultad respiratoria recibieron oxígeno, 117 no requirieron intervención. Conclusiones: Existió una alta concordancia inter-observador en la aplicación del TEP. La polipnea, la palidez previa y la irritabilidad, no se asociaron a errores en la aplicación del TEP. Las prioridades de tratamiento se cumplieron en los niños con fiebre, y en menor proporción para las variables dolor, dificultad respiratoria, necesidad de oxígeno. Es necesario capacitar al personal en triaje avanzado.


Objectives: To assess the validity of the pediatric assessment triangle (PAT) as a new discriminator when applied to the triage classification system. To identify factors that could cause confusion during application of the pediatric assessment triangle. To assess whether correlation is found between pathophysiological diagnosis and triage classification, and determine whether reception, attention, and classification (RAC) personnel apply the care priorities. Methods: We conducted a prospective, observational, and comparative study. Data were collected by a single trained observer while the nurse in charge of classification assigned care priorities. Results: The study selected 157 children with a mean age of 4.3 years for inclusion. Pathophysiological diagnoses obtained applying PAT were: 138 patients (87.9%) were stable, 8 (5.1%) experienced respiratory distress, 6 (3.8%) experienced compensated shock, 3 (1.9%) showed central nervous system dysfunction, 1 (0.6%) presented respiratory failure, and 1 (0.6%) decompensated shock. In 150 cases agreement was found between the diagnoses of the trained observer and the nurse; in 7 cases there was disagreement (CI: 0.91, Ê: 0.90). As a confounding factor, pallor was associated with 2 errors. Errors were seen in 2 of 13 children with polypnea. Irritability, consolable or nonconsolable, was seen in 54 children, but not associated with diagnostic error. Correlating PAT diagnosis and risk classification showed concordance between patients classified as stable and nonurgent (CI: 0.85 K: 0.83), stable and semiurgent (CI: 0.96 K: 0.95), between respiratory distress and compensated shock with urgencies (CI: 0.81 K: 0.79), and emergency and respiratory failure or decompensated shock (CI: 0.6 K: 0.5).In regard to priorities, 18 of 18 children with fever received antipyretics, 8 of 13 experiencing pain received analgesics, 6 of 9 with vomiting received antiemetics, 4 were hydrated prior to medical attention, 2 of 9 with bronchial spasms received inhaled bronchodilators, 2 of 9 with respiratory distress received oxygen, and 117 did not require intervention. Conclusions: High interobserver agreement was found in the application of PAT. Polypnea, pre-existing pallor, and irritability were not associated with errors in the application of PAT. Treatment priorities were met in children with fever, and to a lesser degree for the variables of pain, respiratory distress and need for oxygen. Training of personnel in advance triage is needed.

5.
Pediatr. (Asunción) ; 39(1): 27-32, abr. 2012. tab, graf
Article in Spanish | LILACS, BDNPAR | ID: lil-648896

ABSTRACT

Objetivos: Evaluar la validez del triángulo de evaluación pediátrica (TEP) como nuevo discriminante aplicado al sistema de clasificación de triaje. Métodos: Estudio prospectivo, observacional y comparativo. Los datos fueron recogidos por un único observador entrenado mientras la enfermera clasificadora asignaba la prioridad de atención. Resultados: 157 niños fueron seleccionados, con una media de edad 4,3 años. Al aplicar el TEP, obtuvimos los siguientes diagnósticos fisiopatológicos: 138 (87,9%) fueron estables, 8 (5,1%) tenían dificultad respiratoria, 6 (3,8%) tenían shock compensado, 3 (1,9%) con disfunción del sistema nervioso central, 1 (0,6%) falla respiratoria, y 1 con shock descompensado. En 150 hubo concordancia en el diagnóstico entre el observador entrenado y la enfermera, en 7 discordancia (IC 0,91, k: 0,90). Respecto a la palidez como factor de confusión se detectaron 2 errores. En 2/13 niños con polipnea, hubo errores. 54 niños estaban irritables, sean consolables o no consolables, no hubo errores diagnósticos. Al correlacionar los diagnósticos del TEP y la clasificación de riesgo hubo concordancia: entre pacientes estables y clasificación no urgente (IC: 0,85 k: 0,83), estables y semi-urgencias (IC: 0,96 k: 0,95), dificultad respiratoria y shock compensado con urgencias (IC: 0,81 k: 0,79), emergencias y falla respiratoria o shock descompensado (IC: 0,6 k: 0,5). Según prioridades: 18/18 niños con fiebre recibieron antitérmicos, 8/13 niños que estaban con dolor recibieron analgesia. 6/9 niños con vómitos recibieron antieméticos, 4 fueron hidratados antes de la atención médica y 2/9 niños con broncoespasmo recibieron broncodilatores inhalados. 2/9 con dificultad respiratoria recibieron oxigeno, 117 no requirieron intervención. Conclusiones: Existió una alta concordancia inter-observador en la aplicación del TEP.


Subject(s)
Pediatrics , Triage , Emergencies
6.
Pediatr. (Asunción) ; 38(1): 17-22, abr. 2011. tab, graf
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-598883

ABSTRACT

Objetivo: Determinar los factores implicados en la salida de los pacientes del servicio de urgencias antes de completar el proceso de atención. Material y Método: Estudio retrospectivo, descriptivo y analítico. Pacientes que se retiraron en algún momento del proceso de atención del servicio de urgencias del Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu del 01 de enero al 31 de julio de 2010. Resultados: El Hospital recibe por año una media de 45.000 consultas. Durante el periodo de estudio, acudieron un total de 31.823 pacientes. Se retiraron sin ser vistos 1.131 (3,55%). De los cuales 210 se fueron en el pre-triage y 728 en el post-triage, antes de la evaluación médica. 193 pacientes atendidos por el médico se retiraron sin ser reevaluados: 113 no regresaron con resultados de laboratorio, 75 sin reevaluación clínica y 5 en contra del consejo médico, todos atendidos en tiempo esperado, según clasificación de riesgo. 938 niños salieron del Hospital sin ser vistos por un profesional médico. Edad media: 4,7 años. En los meses de enero y febrero, se registraron mayor porcentaje de salidas prematuras 4,26%, la media de pacientes atendidos por mes fue de 4.546. Existió una relación significativa en el hecho de vivir a menos de 5 km y retirarse en el pretriage (RD: -5). El lunes fue el día de más retiradas sin atención completa (246 pacientes, 4,48% del total de 31.000 pacientes del periodo), mientras que el domingo fue el día de menos retiro anticipado (2%). La hora de llegada más asociada con el riesgo de retiro anticipado fue entre las 12:00 y 13:00 horas (p: 0,0023). En pre-triage hubo una demora de 27,5 minutos en promedio. El tiempo de espera para la atención médica en promedio fue de 107,46 minutos: urgentes 61,4 minutos (3,2% ptes.), semi-urgentes 109,6 minutos (91,7%ptes), no urgentes 95 minutos (5%). Manteniéndose una diferencia significativa en los tiempos de espera según clasificación de riesgo. (p: 0,0004).


Introduction: It is important to understand the factors associated with early withdrawal of patients from the Emergency Department. Triage classification by risk level is also vital.Objective: To determine the factors involved in patients abandoning the emergency department before completing the process of care. Material and Methods: a retrospective, descriptive and analytical study. Patients who withdrew at some point in the care process from the emergency room of Niños de Acosta Ñu General Pediatric Hospital between January 1 and July 31, 2010. Results: The hospital attends an annual average of 45,000 patients. During the study period, a total of 31,823 patients presented at the hospital. Of those, 1131 (3.55%) withdrew without being seen. Of those, 210 left prior to triage and 728 left after triage but before medical assessment. Of those seen by a doctor, 193 withdrew without being re-assessed 113 were sent for lab tests but did not return, 75 withdrew without clinical reassessment, and 5 against medical advice; all were seen within the period of time allotted according to risk classification. 938 children left the hospital without being seen by a medical professional. Mean Age: 4.7 years. In the months of January and February a higher percentage (4.26%) of premature withdrawal was noted, while the mean number of patients seen per month was 4546. A significant relationship was found between living within 5 km and withdrawal before triage (SD: -5). Mondays saw the most withdrawals, 246 patients (4.48% of all 31,000 patients for the period) withdraw without completing treatment, while Sundays was the day of the week with fewest early withdrawals (2%). The arrival time most associated with risk of withdrawal was between noon and 01:00PM (p=0.0023). In pre-triage waiting time before triage was 27.5 minutes on average...


Subject(s)
Emergency Service, Hospital , Patient Care , Patient Dropouts , Patient Satisfaction , Emergency Service, Hospital/classification , Emergency Service, Hospital/organization & administration , Triage
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