ABSTRACT
La endocarditis infecciosa (EI) en pediatría es un problema de salud, lo cual se debe en gran parte a la mayor sobrevida de pacientes críticamente enfermos, a la vez que se asocia con diversos factores de riesgo. Su incidencia es variable (2-30 por ciento) y alcanza un índice de mortalidad de 72 por ciento. Los agentes etiológicos más frecuentes son los cocos gram-positivos (80-90 por ciento), y con menor índice de bacilo gram-negativos, anaerobios y hongos. Las células endocárdicas lesionadas preceden a la vegetación trombótica, con la subsecuente formación de la vegetación séptica. Clínicamente el cuadro es inespecífico y de evolución variable; sin embargo, la presencia de fiebre prolongada debe ser considerada como signo de sospecha. El apoyo diagnóstico incluye ecocardiografía, microbiología y laboratorio. El tratamiento antimicrobiano depende del agente etiológico aislado y, en circunstancias específicas, la vegectomía está indicada