ABSTRACT
El cinc es uno de los minerales más importantes porque cumple con importantes funciones estructurales, catalíticas y regulatorias en las células humanas, razón por la cual su deficiencia se asocia con retraso en el crecimiento lineal, alteración de los sentidos del gusto y del olfato, del crecimiento y de la maduración neuronal, deterioro de la respuesta inmune y aumento en la incidencia de diarrea y neumonía; condiciones comunes en la desnutrición grave. El indicador más usado para medir el estado corporal del cinc es la concentración en suero o en plasma, la cual fluctúa ampliamente en una variedad de procesos fisiológicos y patológicos, especialmente en condiciones de desnutrición donde es común encontrar hipoalbuminemia, hemoconcentración, sobrehidratación e infección. Las concentraciones plasmáticas de cinc en los niños desnutridos graves se encuentran disminuidas en un 50 porciento respecto a los valores de los niños eutróficos, lo que dificulta la ganancia de tejido muscular y el crecimiento compensatorio cuando ellos se someten a tratamiento de recuperación nutricional; lo anterior justifica por qué este mineral hace parte de la suplementación con micronutrientes para el manejo de estos niños. Este artículo revisa la relación entre la deficiencia de cinc y la desnutrición grave.