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1.
Rev. panam. salud pública ; 32(4): 301-306, Oct. 2012. graf
Article in English, Spanish | LILACS | ID: lil-659977

ABSTRACT

The average adult in the United States of America consumes well above the recommended daily limit of sodium. Average sodium intake is about 3 463 mg/day, as compared to the 2010 dietary guidelines for Americans recommendation of < 2 300 mg/day. A further reduction to 1 500 mg/day is advised for people 51 years or older; African Americans; and people with high blood pressure, diabetes, or chronic kidney disease. In the United States of America, the problem of excess sodium intake is related to the food supply. Most sodium consumed comes from packaged, processed, and restaurant foods and therefore is in the product at the time of purchase. This paper describes sodium reduction policies and programs in the United States at the federal, state, and local levels; efforts to monitor the health impact of sodium reduction; ways to assess consumer knowledge, attitudes, and behavior; and how these activities depend on and inform global efforts to reduce sodium intake. Reducing excess sodium intake is a public health opportunity that can save lives and health care dollars in the United States and globally. Future efforts, including sharing successes achieved and barriers identified in the United States and globally, may quicken and enhance progress.


El adulto medio de los Estados Unidos consume una cantidad de sodio muy por encima del límite diario recomendado. La ingesta promedio de sodio es aproximadamente de 3 463 mg/día, en contraste con la recomendación de las Directrices alimentarias del 2010 para estadounidenses que es de menos de 2 300 mg/día. A las personas de 51 años o mayores, los afroestadounidenses, los hipertensos, los diabéticos o los que padecen una nefropatía crónica, se les recomienda una reducción adicional hasta 1 500 mg/día. En los Estados Unidos, el problema de la ingesta excesiva de sodio está relacionado con el suministro en los alimentos. La mayor parte del sodio consumido proviene de los alimentos envasados, procesados y que se sirven en restaurantes y, por consiguiente, ya está en el producto en el momento de la compra. Este artículo describe las políticas y los programas de reducción del sodio en los Estados Unidos a escalas federal, estatal y local; las iniciativas para vigilar la repercusión de la reducción del sodio en la salud; los procedimientos para evaluar los conocimientos, las actitudes y el comportamiento de los consumidores; y cómo estas actividades dependen de las iniciativas a escala mundial para reducir la ingesta de sodio y les proporcionan información. La reducción de la ingesta excesiva de sodio constituye una oportunidad de salud pública que puede salvar vidas y ahorrar dinero destinado a la atención de salud en Estados Unidos y a escala mundial. Las iniciativas futuras, entre ellas el intercambio de información sobre los éxitos logrados y los obstáculos encontrados en los Estados Unidos y a escala mundial, pueden acelerar y estimular el progreso.


Subject(s)
Humans , Male , Female , Child, Preschool , Child , Adolescent , Adult , Middle Aged , Aged , Young Adult , Health Promotion , Nutrition Policy , Sodium Chloride, Dietary/administration & dosage , United States
4.
Rev. panam. salud pública ; 14(4): 277-280, oct. 2003.
Article in English | LILACS | ID: lil-351756

ABSTRACT

Una vida sana, en la que se practica alguna actividad física con regularidad, se ha convertido en foco de atención política y en asunto de políticas, y ha dejado de ser solamente cuestión de voluntad personal. En la Región de las Américas esto cobra especial importancia en ambientes urbanos, donde viven más de dos terceras partes de la población. Los funcionarios públicos de las ciudades del continente americano están ejerciendo creciente influencia en ámbitos que guardan estrecha relación con una vida activa, tales como el transporte, el diseño urbano, el recreo y el control de la delincuencia. Para reconocer los esfuerzos de las autoridades municipales por crear y mantener espacios públicos conducentes a actividades de recreo en condiciones de seguridad y a una vida activa, los Centros para el Control y la prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de América y la Organización Panamericana de la Salud copatrocinaron el primer "Concurso de Ciudades Activas" para la Región de las Américas como parte de la celebración del Día Mundial de la Salud 2002, cuyo lema fue "Muévete, América!" En el concurso participaron solamente las ciudades con un máximo de 1 000 000 habitantes. Se recibieron más de 140 solicitudes, de las cuales 95 por ciento provinieron de América Latina. Además de haber suscitado el interés y la participación de los gobiernos del nivel local, el concurso les dio a personas de distintas disciplinas, organizaciones, sectores y puntos de vista una oportunidad muy singular de comprender el alcance de sus iniciativas concertadas para promover la actividad física y ambientes urbanos sanos. El concurso también les brindó a las autoridades la posibilidad de convertir sus experiencias individuales en un aprendizaje colectivo, ayudándolas de esa manera a reparar en el hecho de que llevar una vida activa es el camino más fácil, y a lograr que todos los habitantes de la Región de las Américas gocen de buena salud en un futuro


Subject(s)
Humans , Awards and Prizes , Health Promotion , Urban Health , Americas , Exercise , Pan American Health Organization , Physical Endurance
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