ABSTRACT
En años recientes ha ocurrido una revalorización de la muerte. De ser un acontecimiento natural e inevitable, en el que no se gana nada con pensar, está pasando a ser una desgracia, eventualmente evitable, o por lo menos retrasable, por lo que conviene estar atento a ella para avizorarla desde lejos y tomar las medidas necesarias. Algo parecido ocurrió en Europa en la vuelta del siglo XIII al XIV. De simple tránsito a un mundo mejor, la muerte pasó a ser el momento de cancelar deudas con Dios. De allí surgió todo un trámite: el arte de morir (ars moriens), y una serie de simbolismos que pasaron luego al arte y la literatura, y quedaron fijos en la superstición como el alma en pena, el fantasma, etc. y diversos aspectos del respeto y el culto a los muertos