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1.
Rev. argent. cardiol ; 83(1): 14-20, feb. 2015. graf
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-757114

ABSTRACT

Introducción y objetivos: La hipertrofia ventricular izquierda secundaria a hipertensión arterial se ha interpretado como un mecanismo de protección para reducir el estrés parietal y prevenir la insuficiencia cardíaca. Sin embargo, paradójicamente, su presencia se acompaña de un incremento de la morbimortalidad cardiovascular. El presente estudio se llevó a cabo con el propósito de evaluar si el tratamiento antihipertensivo crónico inhibe el desarrollo de hipertrofia ventricular izquierda y revierte el deterioro de la respuesta betaadrenérgica cardíaca y su posible relación con cambios en el metabolismo oxidativo del miocardio. Material y métodos: Ratas macho espontáneamente hipertensas (REH, 2 meses de edad) se distribuyeron en grupos (n grupo = 18) grupo según (mg/kg, v.o.): losartán 30 (L), hidralazina 11 (H), rosuvastatina 10 (R), carvedilol 20 (C), agua (control tratamiento). Control hipertensión: 18 ratas normotensas (Wistar-Kyoto, WKY). Periódicamente se registraron la presión arterial sistólica (PAS) (pletismografía, en animales despiertos) y el peso corporal (PC). Luego de 16 meses se practicó eutanasia. El 50% de los corazones se montaron en preparación de Langendorff para medir contractilidad preestímulo y posestímulo betaadrenérgico [isoproterenol (Iso): 10-9M, 10-7M, 10-5M]. En los corazones restantes se registró el peso del ventrículo izquierdo (PVI), que se normalizó por el PC. Se cuantificó la expresión inmunohistoquímica de tiorredoxina 1(Trx-1), peroxirredoxina 2 (Prx-2) y glutarredoxina 3 (Grx-3) (indicadores antioxidantes). Resultados: Peso corporal: similar en todos los grupos. PAS (mm Hg): 154 ± 3 (L), 137 ± 1 (H), 190 ± 3 (R)**, 206 ± 3 (REH)*, 183 ± 1 (C)**, 141 ± 1 (WKY) (*p < 0,05 vs. L, H, WKY; **p < 0,05 vs. L, H, WKY, REH). El PVI/PC de REH y R fue mayor (p < 0,05) respecto de L, H, C y WKY. En C no se observó correlación entre hipertensión e hipertrofia ventricular izquierda. Grupos REH, R y C: mostraron depresión de contractilidad basal vs. L, H y WKY. Respuesta a Iso 10-5 M: similar en WKY y L; disminuida en C, H, R y REH. Expresión de Trx-1, Prx-2 y Grx-3: aumentó en C, H, R y L (1,5-2 veces promedio; p < 0,01 vs. REH y WKY). Conclusiones: El tratamiento con losartán, hidralazina y carvedilol previno el desarrollo de hipertrofia ventricular izquierda. El losartán normalizó la respuesta al isoproterenol en REH. Factores adicionales participarían en el desarrollo de hipertrofia ventricular izquierda con deterioro de la respuesta inotrópica a la estimulación betaadrenérgica en hipertensión. El aumento en la expresión de tiorredoxinas por tratamientos antihipertensivos sugiere un beneficio asociado, aumentando la respuesta antioxidante frente al estrés oxidativo en hipertensión.


Background and objectives: Left ventricular hypertrophy secondary to hypertension has been perceived as a protective mechanism to reduce wall stress and prevent heart failure. However, its presence is paradoxically associated with increased cardiovascular morbidity and mortality The aim of this study was to evaluate whether chronic antihypertensive treatment inhibits the development of left ventricular hypertrophy and normalize the reverting impaired cardiac beta-adrenergic response, and its possible association with changes in myocardial oxidative metabolism. Methods: Spontaneously hypertensive male rats (SHR, 2 months old) were divided into groups (n grupo = 18) according to (mg/ group kg, p.o): losartan 30 (L), hydralazine-11 (H), rosuvastatin 10 (R), carvedilol 20 (C), and water (control treatment). The control hypertension group consisted of 18 normotensive rats (Wistar-Kyoto, WKY). Systolic blood pressure (SBP) (plethysmography in awake animals) and body weight (BW) were measured periodically. The animals were sacrificed at 16 months and 50% of the hearts were mounted in a Langendorff system to measure contractility before and after beta-adrenergic stimulation [isoproterenol (Iso): 10-9 M, 10-7 M, and 10-5 M]. In the remaining hearts left ventricular weight (LVW) was measured and normalized by B W. Immunohistochemical expression of thioredoxin 1 (Trx-1), peroxyredoxin 2 (Prx-2) and glutaredoxin 3 (Grx-3) (antioxidant indicators) was quantified. Results: Body weight was similar in all groups. Systolic blood pressure (mm Hg) was 154 ± 3 (L), 137 ± 1 (H), 190 ± 3 (R)**, 206 ± 3 (SHR)*, 183 ± 1 (C)**, and 141 ± 1 (WKY) (* p < 0.05 vs. L, H, WKY, ** p < 0.05 vs. L, H, WKY, SHR). LVW/BW was higher in SHR and R (p < 0.05) compared with L, H, C and WKY. In C, there was no correlation between hypertension and left ventricular hypertrophy. SHR, R and C evidenced baseline contractile depression vs. L, H and WKY. The response to 10-5 M Iso was similar in WKY and L, and reduced in C, H, R and SHR. The expression of Trx-1, Prx-2 and Grx-3 increased in C, H, R and L (average increase: 1.5-2 times; p < 0.01 vs. SHR and WKY). Conclusions: Treatment with losartan, hydralazine, and carvedilol prevented the development of left ventricular hypertrophy. Losartan normalized the response to isoproterenol in SHR. Additional factors might participate in the development of left ventricular hypertrophy with impaired inotropic response to beta-adrenergic stimulation in hypertension. The increased ex-pression of thioredoxins as a result of antihypertensive treatment suggests an additional benefit, increasing the antioxidant response against oxidative stress in hypertension.

2.
Rev. argent. cardiol ; 82(2): 133-138, abr. 2014. ilus, graf
Article in Spanish | LILACS | ID: lil-734478

ABSTRACT

Introducción Los hábitos de alimentación poco saludables durante la infancia y la juventud se han suge­rido como favorecedores de las complicaciones ateroscleróticas en edades más avanzadas. El creciente consumo de bebidas cola en las últimas décadas se ha asociado con el desarrollo de obesidad e incremento en la incidencia de aterosclerosis y enfermedades cardiovasculares. A su vez, se sabe que existe correspondencia entre el consumo de estas bebidas y etapas de la vida, el cual es mayor en los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes. Objetivo Evaluar el efecto del consumo de bebidas cola sobre la aterosclerosis. Material y métodos Se distribuyeron ratones ApoE-/- (8 semanas de edad) en tres grupos según el consumo libre de agua (A), bebida cola azucarada (C) y bebida cola edulcorada light (L). Al cabo de 8 semanas las bebidas cola se reemplazaron por agua. Los ratones fueron sacrificados secuencialmente: antes del tratamiento (8 semanas de edad) y luego de su interrupción (16, 20, 24 y 30 semanas de edad). Se extrajeron la aorta ascendente y el hígado. Se calculó la relación entre el área de la placa aórtica y el espesor de la capa media (relación placa/media). Se evaluó la inflamación del parénquima hepático según la escala de NASH. Resultados La relación placa/media varió según la bebida (F2,54 = 3,433, p < 0,04) y la edad (F4,54 = 5,009, p < 0,03) y fue mayor en los grupos C y L (p < 0,05 a las 16 y 20 semanas, p < 0,01 a las 24 y 30 semanas). La inflamación del parénquima hepático (F2,9 = 13,29, p < 0,002) y portal (F2,9 = 6,30, p < 0,02) aumentó cinco y dos veces, respectivamente, en función del tiempo (p < 0,01 y p < 0,03) entre las semanas 20 y 30, en contraste con la esteatosis y el daño hepatocelular, que no se modificaron. El grupo A (evolución natural de la aterosclerosis) se caracterizó por la aceleración del crecimiento del área de placa en paralelo con un rápido aumento de la inflamación hepática alrededor de la semana 20. Conclusiones El consumo de bebidas cola en ratones ApoE-/- entre las semanas 8 y 16 de edad aumentó la tasa de progresión de la aterosclerosis. Los datos sugieren que, en este modelo murino, el consumo sostenido de bebidas cola durante las etapas tempranas de la vida puede acelerar el agravamiento del daño aterosclerótico en etapas más tardías.


Cola Beverages Accelerate Growth of the Atherosclerotic Plaque in ApoE-/- Mice Introduction Unhealthy eating habits during childhood and youth have been suggested as predisposing factors to atherosclerotic complications later in life. The growing consumption of cola beverages in recent decades has been associated with the development of obesity and increased incidence of atherosclerosis and cardiovascular disease. We also know that there is a correspondence between the consumption of these beverages and the different stages of life, being higher in children, adolescents and young adults. Objective This study evaluates the effect of cola beverage consumption on atherosclerosis. Methods ApoE-/- mice (8 week-old) were randomized into 3 groups according to free access to water (W), sucrose sweetened carbonated cola drink (C) or aspartame-acesulfame K sweetened carbonated 'light' cola drink (L). At 8 weeks cola beverages were switched to water. The mice were sequentially euthanized: before treatment (8 week old mice) and after treatment discontinuation (20, 24, and 30 week old mice). The ascending aorta and the liver were removed. Aortic plaque area was analyzed and plaque/media-ratio was calculated. Hepatic inflammation was assessed according to the NASH scale. Results Plaque/media-ratio varied according to drink treatment (F2,54=3.433, p <0.04) and age (F4,54=5.009, p <0.03) and was higher in the C and L groups (p <0.05 at 16 and 20 weeks, p <0.01 at 24 and 30 weeks). Hepatic parenchymal inflammation (F2,9=13.29, p <0.002) and portal inflammation (F2,9 =6.30, p <0.02) varied fivefold and twofold in contrast to steatosis and hepatocellular damage which remained unchanged throughout the study.Natural evolution of atherosclerosis in ApoE-/- mice (W group) evidenced acceleration of plaque growth in parallel with a rapid increase in hepatic inflammation around week 20 of age. Conclusions Cola beverage consumption in 8-16 week old ApoE-/- mice accelerated atherosclerosis progression. Data suggest that, in this murine model, sustained cola consumption at early stages of life may predispose to atherosclerosis progression later in life.

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