ABSTRACT
La ascitis quilosa es la acumulación de líquido quiloso en la cavidad peritoneal. Puede ser primaria(defectos congénitos) o secundaria (obstrucción,traumatismos, etc.).Es nuestro objetivo poner en conocimiento una forma poco común de presentación de síndrome de maltrato infantil.Se presenta una niña de un año de edad, que ingresó a nuestro hospital por presentar un cuadro de maltrato infantil con distensión abdominal.Se realizaron estudios de laboratorio, diagnóstico por imágenes y una paracentesis de abdomen que arrojó como resultado un líquido compatible con quilo.Con el diagnóstico de ascitis quilosa se realizaron estudios complementarios que confirmaron un traumatismo abdominal por síndrome de maltrato infantil.La paciente evolucionó favorablemente con ayunoy nutrición parenteral por un período de un mes, y posteriormente con realimentación con dieta hipograsa.Es de hacer notar que la revisión bibliográfica demostró que de 41 casos de ascitis quilosa en edad pediátrica, 10% fueron secundarios a maltrato. Sitomamos el rango de edades de 2 meses a 2 años este porcentaje aumenta a 44%.
Subject(s)
Infant , Chylous Ascites/classification , Chylous Ascites/complications , Chylous Ascites/diagnosis , Chylous Ascites/therapy , Child Abuse , Abdominal Injuries/therapyABSTRACT
Propósito. Evaluar la posibilidad de alargar los cabos esofágicos en niños y anastomosarlos mediante la utilización de magnetos a fin de reemplazar la cirugía o eventualmente facilitarla. Material y métodos. Tras evaluar a 6 niños entre 30 días y 17 meses de edad, se seleccionaron 5 de ellos con atresia esofágica para intentar la aplicación del método. El principal criterio de selección radicó en una separación entre cabos no mayor de 3 cm., dada la potencia de nuestro magneto, fabricado en USA según diseño realizado en nuestra institución. Resultados. Se logró la anastomosis en la totalidad de los pacientes en un promedio de 4,8 días de tratamiento (rango 2-7 días) y sin complicaciones intratratamiento salvo en un caso, en que se presentó un cuadro de sepsis que una vez tratado convencionalmente no impidió continuar con la aplicación. Conclusión. Esta experiencia inicial, si bien limitada, abre interesantes perspectivas para explorar alternativas al tratamiento quirúrgico de la atresia esofágica