ABSTRACT
Se describe el tratamiento del niño fisurado, el cual se comienza precozmente a partir de la primera semana de vida y enfocado desde el punto de vista odontopediátrico y ortopédico, con un éxito de un 60 a un 85 por ciento sobre un total de 952 casos. El tratamiento ortopédico se efectúa con una prótesis ortopédica que en vestibular se adosa a los rebordes alveolares y repone con acrílico la zona fisurada del reborde sin penetrar en la misma, permitiendo durante la succión y deglución ciertos movimientos que estimulan la irrigación y favorece el acercamiento de los bordes de toda fisura. El odontopediatra cumple también la tarea desde el nacimiento y durante todo el crecimiento de mantener cada diente en función durante su ciclo vital. El enfoque ortopédico es preparatorio para una complementación por parte del cirujano. Los tejidos, adecuadamente tratados y estimulados, permitirán una cirugía más exitosa y la tarea de la fonoaudióloga completa los detalles de un equipo multidisciplinario de trabajo, que creemos es el ideal para el enfoque terapéutico integral de este tipo de malformaciones maxilofaciales.