ABSTRACT
Objetivo. Demostrar que el tratamiento en una clínica de asma y alergia mejora la calidad de la atención y de vida del paciente pediátrico. Material y método. Incluimos niños con asma moderada. Incialmente se anotaron: la agudización, hospitalizaciones, medicamentos, conocimiento de las medidas de control ambiental (MCA), uso correcto de aerosoles y la indicación de beta-2-agonistas; se preguntó sobre la satisfacción y el efecto del tratamiento y la calidad de vida del paciente. Los pacientes recibieron tratamiento farmacológico, realizaron las medidas de control ambiental y acudieron a las sesiones de orientación. El tiempo de evaluación fue de dos años. Los resultados se analizaron con la t de Student. Resultados. Se estudiaron 40 pacientes con edad promedio de 5.9 años ñ 2.9 DE. Los resultados promedio fueron: años de evolución 3.3 ñ 2.5 DE, número de crisis al año 17.1 ñ 9.5 DE, internamientos a urgencias por año 9 ñ 5.6 DE, sólo nueve niños (22.5 por ciento) usaban correctamente los aerosoles y 5 (12.5 por ciento) conocían la indicación de los beta2-agonistas. Al año tuvieron, en promedio, 1.15 crisis, sólo siete pacientes (17.5 por ciento) se atendieron en urgencias una vez. Los resultados de la entrevista fueron el promedio de la calificación al inicio y al final: trato al pacientes y familiares 62 ñ 12.3 DE y 91.5 ñ 9.1 DE (p<0.01), efecto del tratamiento 39.6 ñ 16.7 y 93.3 ñ 8.6 (p<0.001), información y adiestramiento 34.9 ñ 15.2 y 92.9 ñ 10.6 (p<0.001), gasto familiar 82.4 ñ13.5 y 16.1 ñ 14.4 (p<0.001) y actividades diarias 32.8 ñ15.1 DE y 90.1 ñ 8.4 DE (p<0.001). Conclusiones. El tratamiento del asma crónica en niños, reforzado con un programa de educación, dirigidos por un alergólogo, mejora significativamente la evolución del asma y la calidad de vida