ABSTRACT
Para el hombre, desde la concepción hasta su muerte, la nutrición es quizá el factor más frecuente e importante que afecta su salud. Durante la gestación el estado nutricional de la madre determina la buena evolución pre y posnatal, además de la resistencia óptima del individuo ante las enfermedades a lo largo de su vida, en relación a la susceptibilidad o resistencia. Las enfermedades de tipo infeccioso y la desnutrición condicionan un estado ambiguo en la relación huésped-parásito, en donde las manifestaciones clínicas son atípicas y de escasa intensidad. Esto dificulta el diagnóstico del proceso patológico y no permite concluir cuál situación dio origen a la enfermedad. Hoy día los estudios epidemiológicos han establecido la relación entre los procesos infecciosos y el estado nutricional deficiente, deduciendo que la desnutrición afecta de manera importante la eficacia de los mecanismos inmunes. Por su parte, la infección limita la energía metabólica del hospedeiro. En general morbilidad y mortalidad se relacionan en forma intrínseca con los factores del agente infeccioso, ambientes y del huésped