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1.
ARS med. (Santiago, En línea) ; 46(4): 51-59, dic. 07, 2021.
Article in Spanish | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1368179

ABSTRACT

El maltrato, la amenaza, el acoso, la discriminación y la violencia de género en la educación médica son fenómenos generalizados mundialmente y altamente prevalentes. Los comportamientos inapropiados hacia los estudiantes de medicina han sido reconocidos como una amenaza pues interfieren en la construcción de la identidad profesional, el bienestar estudiantil y éxito académico contri-buyendo al agotamiento físico, el desgaste emocional, y el abuso de alcohol y otras sustancias psicoactivas. El impacto negativo de un ambiente jerárquico donde las relaciones de poder pueden tornarse abusivas cambia el enfoque empático y altruista que se espera de un profesional de la salud y perpetúa el maltrato por generaciones. En facultades de medicina de Latinoamérica, la prevalencia de conductas inapropiadas en estudiantes de pregrado y posgrado varía de 17 a 100%, con una importante participación de profesores y residentes como perpetradores del maltrato. Es responsabilidad de los líderes en educación médica enfocar sus esfuerzos pedagó-gicos en formar profesionales humanizados, empáticos y felices en modelos de enseñanza que promuevan la dignidad y los derechos de los estudiantes. La profesión médica debe asumir un papel de liderazgo condenando las conductas inapropiadas y aportando un enfoque de tolerancia cero para todas las formas de intimidación y acoso en el lugar de aprendizaje y de trabajo, así como fomentar la igualdad de oportunidades en la fuerza laboral médica.


Harassment, threatening behaviours, discrimination, and gender-based violence in medical education are global and widespread phe-nomena. Inappropriate behaviours towards medical students have been recognised as a threat to medical education. They interfere with the construction of professional identity, student well-being, and academic success, contributing to physical exhaustion, emotional burnout, and alcohol abuse. The negative impact of a hierarchical environment where abusive power-drive relationships can modify the empathic and altruistic approach expected from a health professional as perpetuates abuse for generations. In Latin American medical schools, the prevalence of inappropriate behaviour in undergraduate and graduate students ranges from 17 to 100%, with professors and residents as perpetrators of misconduct. Focus in medical schools must be based on training empathetic health professionals that embrace the rights of students and human dignity. The medical profession must take a leadership role in condemning inappropriate behaviour and bringing a zero-tolerance approach to all forms of bullying and harassment in hospitals and learning environments, as well as promoting equal opportunity in the medical workforce.

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