ABSTRACT
Una alimentación completa debería proporcionar los nutrientes necesarios para el desarrollo de una vida saludable. Sin embargo, convivimos con situaciones en las cuales la ingesta de nutrientes puede no ser suficiente para satisfacer los requerimientos diarios. La fortificación de alimentos es una posible estrategia para corregir esta situación. Existen leyes a nivel mundial que reglamentan dicha fortificación en diversos países. El Código Alimentario Argentino contiene la reglamentación para realizar la fortificación voluntaria de productos alimenticios. Con el objeto de conocer el cumplimiento de esas disposiciones se llevó a cabo el presente trabajo, realizando un relevamiento de productos disponibles en supermercados de la Ciudad de Buenos Aires y del conourbano bonaerense. Se relevaron 252 productos y se los agrupó en adecuados, parcialmente adecuados y no adecuados, según su adecuación a la reglamentación vigente. El 28,9 por ciento de los productos (n=121) están adecuadamente fortificados, el 45,6 por ciento (n=191) parcialmente adecuados y el resto no responden a la reglamentación vigente. Los productos mayormente fortificados son los cereales para el desayuno; sin embargo en el grupo de los lácteos y las golosinas se encontraron en mayor proporción productos adecuadamente fortificados. El micronutriente mas utilizado para la fortificación es la Vitamina A presente principalmente en el grupo de los lácteos. El 68,9 por ciento (n=20) de los productos fortificados con hierro indican el compuesto utilizado, mientras que 31,1 por ciento (n=9) no presenta dicha información. En la mayoría de los productos fortificados con hierro se utiliza pirofosfato férrico, el cual no es recomendable debido a sus bajos niveles de solubilidad y absorción