ABSTRACT
Presentamos el caso de un paciente diagnosticado de secuestro pulmonar que es una malformación congénita en la que una porción del territorio pulmonar embrionario se aisla del árbol traqueobronquial y recibe vascularización por una o varias arterias sistémicas. Tradicionalmente la angiografía ha permitido poner de manifiesto el vaso aberrante sistémico arterial. Sin embargo, en la actualidad la ecografía permite la demostración no invasiva de esta vascularización. La angiografía, que hasta ahora era imprescindible para el diagnóstico, ha pasado a un segundo plano, indicándose solamente en aquellos casos de que el Doppler no confirma la localización de la irrigación sistémica. En los últimos años se ha usado la tomografía axial computada para hacer el diagnóstico con mucho éxito.