ABSTRACT
Introducción: En pacientes pediátricos quemados la osteomielitis fúngica es una complicación infrecuente que conduce a una significativa morbilidad. La información en la literatura está limitada a unos escasos reportes de casos. Objetivo: Describir las características clínicas, epidemiológicas y de evolución de niños quemados con osteomielitis fúngica. Métodos: Se llevo a cabo un estudio retrospectivo y descriptivo de pacientes mayores de 1 mes y menores de 18 años quemados con osteomielitis fúngica internados en el hospital Juan P. Garrahan, un hospital terciario en Buenos Aires, Argentina. Resultados: entre enero del 2007 y enero del 2017, de 600 niños quemados, 9 pacientes presentaron diagnóstico confirmado de osteomielitis fúngica. La mediana de edad fue de 42.5 meses (RIC, 27-118 meses) y la mediana de superficie quemada fue de 33.5% (RIC, 18.5-58%). La osteomielitis fue diagnosticada con una mediana de 30 días luego de la quemadura. Las localizaciones más frecuentes de osteomielitis fueron los miembros superiores y a nivel de calota. Los microorganismos aislados a partir del cultivo de hueso fueron: Fusarium spp. en tres pacientes, Mucor spp. en un paciente; Trichosporon asahii en un paciente; Cándida albicans en dos pacientes y Candida parapsilosis en dos pacientes. En dos casos la infección fúngica fue asociada con aislamientos bacteriano concomitante. Todos los pacientes presentaron hallazgos histopatológicos compatibles con osteomielitis. La mediana de tiempo de tratamiento fue de 44.5 días (RIC, 34.5- 65.5 días). Seis pacientes (67%) presentaron secuela motora. Conclusión: La osteomielitis fúngica fue infrecuente Candida spp. y Fusarium spp. fueron los hongos más comúnmente identificados. La secuela funcional fue frecuente (AU)
Introduction: In pediatric burn patients fungal osteomyelitis is a rare complication that leads to significant morbidity. Data in the literature are limited to sporadic case reports. Objective: To describe the clinical and epidemiological features and outcome in burned children with fungal osteomyelitis. Methods: A retrospective descriptive study was conducted in burn patients older than 1 month and younger than 18 years admitted to Hospital Juan P. Garrahan, a tertiary hospital in Buenos Aires, Argentina. Results: Between January 2007 and January 2017, of 600 burned children, nine had a confirmed diagnosis of fungal osteomyelitis. Median age was 42.5 months (IQR, 27-118 months) and median burn surface was 33.5% (IQR, 18.5-58%). Osteomyelitis was diagnosed at a median of 30 days after the burn. The most common location of osteomyelitis were the upper limbs and skull. The microorganisms isolated form bone cultures were Fusarium spp. in three patients, Mucor spp. in one patient; Trichosporon asahii in one patient; Candida albicans in two patients; and Candida parapsilosis in two patients. In two cases the funal infection was associated with concomitant bacterial isolation. In all patients, the histopathological findings were compatible with osteomyelitis. Median duration of treatment was 44.5 days (IQR, 34.5-65.5 days). Six patients (67%) had motor sequelae. Conclusion: Fungal osteomyelitis is a rare disease. Candida spp. and Fusarium spp. were most frequently identified fungi. Functional sequelae were common (AU)