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1.
Rev. chil. nutr ; 51(1)feb. 2024.
Article in English | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1550801

ABSTRACT

Systemic Arterial Hypertension is a multifactorial clinical condition associated with severe outcomes such as stroke and death. One of the main modifiable risk factor for hypertension is an unhealthy diet, often characterized by the consumption of ultraprocessed foods such as sweetened beverages. We aimed to investigate the relationship between the consumption of sweetened beverages, both sugar-sweetened and artificially sweetened, and the prevalence of hypertension in adults. A cross-sectional, household, population-based study with 1,162 adults from two Brazilian cities were carried out. The consumption of food groups and sweetened beverages was obtained by food frequency questionnaire and other data were self-reported. Weight, height, and waist circumference were measured. The association between sweetened beverages consumption and hypertension was analyzed using Poisson regression models, expressed as Prevalence Ratio. The prevalence of hypertension was 16.7%, with no significant difference between genders. The prevalence of consumption of sweetened beverages was 70.3% in men and 54.6% in women, being significantly higher in men. Women who consumed sugar-sweetened and artificially sweetened beverages 6 to 7 days per week had 92% higher prevalence of hypertension compared to those who did not consume or consumed at a lower frequency. Furthermore, women who consumed artificially sweetened beverages at least 1 time per week had 3.36 times higher prevalence of hypertension. The habitual consumption of sweetened beverages may be an important risk factor for hypertension, especially the consumption of diet beverages, which are often marketed as healthier than sugar-sweetened beverages.


La Hipertensión Arterial Sistémica es una condición clínica multifactorial asociada a resultados graves como el ictus y la muerte. Uno de los principales factores de riesgo modificables de la hipertensión es una dieta poco saludable, a menudo caracterizada por el consumo de alimentos ultraprocesados como las bebidas endulzadas. Nuestro objetivo fue investigar la relación entre el consumo de bebidas endulzadas, tanto azucaradas como edulcoradas artificialmente, y la prevalencia de hipertensión en adultos. Se realizó un estudio transversal, domiciliario y poblacional con 1,162 adultos de dos ciudades brasileñas. El consumo de grupos de alimentos y bebidas endulzadas se obtuvo mediante cuestionario de frecuencia de alimentos y los demás datos fueron autoinformados. Se midieron el peso, la talla y el perímetro de la cintura. La asociación entre el consumo de bebidas endulzadas y la hipertensión se analizó mediante modelos de regresión de Poisson, expresados como Ratio de Prevalencia. La prevalencia de hipertensión fue del 16,7%, sin diferencias significativas entre géneros. La prevalencia de consumo de bebidas endulzadas fue del 70,3% en los hombres y del 54,6% en las mujeres, siendo significativamente mayor en los hombres. Las mujeres que consumían bebidas azucaradas y edulcoradas artificialmente entre 6 y 7 días a la semana tenían 92% mayor prevalencia de hipertensión que las que no consumían o consumían con una frecuencia menor. Además, las mujeres que consumían bebidas edulcoradas al menos 1 vez por semana tenían una prevalencia de hipertensión 3,36 veces mayor. Así pues, el consumo habitual de bebidas endulzadas puede ser un importante factor de riesgo de hipertensión, especialmente el consumo de bebidas dietéticas, que a menudo se comercializan como más saludables que las bebidas azucaradas.

2.
Article in Spanish | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1535998

ABSTRACT

Los edulcorantes no calóricos surgieron como una opción segura y saludable en el marco de la alimentación y, por lo tanto, han sido de gran interés en la cultura dietética adquirida en la actualidad; es importante mencionar que en esta cultura adquirida el consumo de comida rápida y con altos niveles de azúcar ha tomado especial fuerza, lo que repercute negativamente en la incidencia de enfermedades metabólicas. En este orden de ideas, los edulcorantes no calóricos se convierten en una mejor opción para la salud en la que no es necesario hacer un cambio drástico en el estilo de vida. No obstante, los beneficios de los edulcorantes artificiales no calóricos no han sido estudiados a profundidad y no se ha evidenciado que una dieta a base de estos sustitutivos provoque un cambio significativo en el desarrollo de enfermedades metabólicas asociadas al consumo de azúcar, por el contrario, se han relacionado con enfermedades como obesidad, diabetes mellitus tipo 2 y síndrome metabólico. Asimismo, estos pueden provocar una serie de cambios metabólicos a través de distintos mecanismos que terminan en proteinuria progresiva y descenso de la tasa de filtrado glomerular. A partir de lo anterior, se hace necesario un análisis del riesgo que se corre al elegir esta opción alimenticia, para así no dejarse llevar por los procesos mediáticos que los promocionan, sino más bien, regirse por los hallazgos científicos.


Non-caloric artificial sweeteners have emerged to offer a safe and healthy option in the framework of food. They have received special attention in recent decades, precisely because of the current food culture, where fast food and high sugar consumption have taken on special strength, which has a negative impact on the incidence of metabolic diseases. In that order of ideas, non-caloric artificial sweeteners propose better health without the need for a drastic change in lifestyle. However, its benefits have not been studied in depth, in addition to the fact that there has been no significant change in the development of metabolic diseases associated with sugar consumption, on the contrary, they have been related to diseases such as obesity, type 2 diabetes mellitus and metabolic syndrome. Likewise, they cause a series of metabolic changes by different mechanisms that end in progressive proteinuria and a decrease in the glomerular filtration rate. In order with the above, an analysis of the risk to which one is subjected when choosing this food option is necessary, and not be deafened, much less dazzled by the media processes, if not rather, be governed by scientific findings.

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