ABSTRACT
Dental plaque is still considered the main etiological factor for periodontal diseases. Our understanding of periodontal disease has advanced from the previous concepts where gingivitis slowly progressed to periodontitis to a more complex scenario that correlates several risk factors in the pathogenesis of periodontal disease. Among these factors, age has been associated with increased rates of periodontal disease as the population gets older. Although the loss of alveolar bone and periodontal attachment is common in the elderly population, and there is evident age-related changes in the periodontium, severe periodontitis is not a natural consequence of ageing. The importance of identifying the risk factors that participate in the pathogenesis of periodontal disease at an early phase, both of the individual and the disease, as well as evaluating the capacity of the individual to control dental plaque will enable the implementation of an adequate preventive program, where the needs and limitations of the individual are considered to specifically tailor the oral hygiene procedures and the mouthwashes to be used.
La placa dental es aún considerada el factor etiológico primario de la enfermedad periodontal. La etiopatogenia de esta enfermedad ha avanzado del concepto anterior donde una gingivitis progresaba lentamente a una periodontitis, a un escenario más complejo donde varios factores de riesgo se correlacionan. Dentro estos factores, el envejecimiento ha sido asociado con mayores porcentajes de enfermedad periodontal a medida que la población envejece. Aunque la pérdida ósea y de inserción es común en el adulto mayor y los cambios del periodonto son evidentes con la edad, la enfermedad periodontal severa no es una consecuencia natural del envejecimiento. La importancia de identificar en una etapa temprana del individuo y de la enfermedad los factores de riesgo que participan en la patogenesis de la enfermedad periodontal, así como la evaluación de la capacidad del individuo para controlar la placa dental, permitirán la implementación de programas preventivos adecuados, donde las necesidades y limitaciones del individuo son consideradas para el establecimiento de procedimientos personalizados de higiene oral y el enjuague oral a utilizar.