ABSTRACT
Las bacterias son infinitamente más antiguas que el hombre y se reproducen más rápido, cada quince minutos y en una hora tienen cuatro generaciones, mientras que el hombre necesita un siglo para ello, de modo que en la larga existencia bacteriana somos apenas un minúsculo accidente. Toda la maravillosa maquinaria reunida en una sola bacteria de la especie Pseudomonas aeruginosa no fue planeada contra nosotros, incluyendo señales de quorum, bombas de expulsión, integrones, biofilm y piocinas, ya presentes en su vida natural o planctónica. Su adaptación a la vida nosocomial forzó a estudiarla y la organización de sus múltiples capacidades hace plantear que en su vida hay un propósito, una suerte de "inteligencia bacteriana" en contraposición a la tesis de Jacques Monod que estima la vida en este planeta como fruto del azar y de la necesidad.
Bacteria are infinitely older tan man and reproduce faster, every fifteen minutes and in one hour they have four generations, while man needs a century for have the same, so that in the long bacterial existence we are just a tiny accident. All the wonderful machinery assembled in a single bacterium of the species Pseudomonas aeruginosa it was not planned against us, including quorum sensing, efflux pumps, integrons, biofilm and pyocins, already presents in their natural or planktonic life. Her adaptation to hospital life forced to study this wonderful creature, and the organization of such multiple capacities suggests the existence of a vital purpose, a kind of bacterial intelligence, contrary to Jacques Monod's thesis, which estimate life in this planet as the result of chance and necessity.