ABSTRACT
La pandemia por COVID-19 tiene consecuencias en la salud bucal, directas e indirectas. A través de una revisión de la literatura se encontró evidencia del impacto negativo de la pandemia en la carga acumulada de enfermedades orales. En el territorio maxilofacial se han observado manifestaciones tales como ageusia y anosmia, además de otros tipos de lesiones como xerostomía y lesiones vesiculobulosas. En general estos efectos directos se consideran discretos y transitorios. Por otro lado, dado el rol de los determinantes sociales de salud en las enfermedades bucales crónicas no transmisibles, las medidas tomadas para la mitigación y control de la pandemia podrían acentuar inequidades en la distribución y frecuencia de estas en las poblaciones. Al mismo tiempo, COVID-19 ha producido una reingeniería de la atención en cuanto a ventilación, uso de elementos de protección personal y espacios físicos con implicancias para los equipos clínicos y las comunidades. La teleodontología ha aparecido como una oportunidad, pero al mismo tiempo requiere mayores alcances y regulación. En conclusión, la pandemia ha generado un desafío a corto, mediano y largo plazo en Odontología. Este evento sin precedentes podría ser una iluminación para el rol de la profesión en la provisión de salud oral.
The COVID-19 pandemic has direct and indirect oral health consequences. Our literature review found evidence of the negative impact of the pandemic on the cumulative burden of oral diseases. In the maxillofacial territory, manifestations such as ageusia and anosmia have been observed, in addition to other types of lesions such as xerostomía and vesiculobullous lesions. In general, these direct effects are considered to be discrete and transitory. On the other hand, given the role of social determinants of health in chronic noncommunicable oral diseases, the measures taken for the mitigation and control of the pandemic could accentuate inequities in the populations. At the same time, COVID-19 has produced a reengineering of care in terms of ventilation, use of personal protective equipment and physical spaces with implications for clinical workers and communities. Teledentistry has appeared as an opportunity, but at the same time, it requires greater scope and regulation. In conclusion, the pandemic has created a short-, medium- and long-term challenge for dentistry. This unprecedented situation could be an illumination for the role of the profession in the provision of oral health.