ABSTRACT
El SIDA es una pandemia mundial. Por lo menos aparecerá un millon de casos en los próximos 5 años. Es probable que en ese período no se disponga de un tratamiento curativo ni de una vacuna. Así pues, todo lo que hagamos desde ahora no impedirá un enorme aumento de nuevos casos de SIDA y los sistemas de atención de la salud deben preparse para afrontar una inmensa tarea. El SIDA es una enfermedad mortal. la mayoría de las personas infectadas por el VIH presentarán el SIDA, una demencia o trastornos neurológicos asociados en un plazo de 10 años. La tasa de mortalidad del SIDA es del 90%. El SIDA es una enfermedad evitable. la principal necesidad es un cambio del comportamiento sexual de las personas expuestas al riesgo, que puede resumir en tener compañero sexual y utilizar preservativos. para que las campañas educativas sean eficaces es preciso hablar en forma clara y libre de la vida sexual y de los preservativos, superando todas las inhibiciones culturales. Las instancias decisorias y los líderes de la opinión tienen una gran responsabilidad si ofrecen resistencia frente a la difusión de mensajes claros dirigidos al público. El SIDA es una enfermedad de transmisión sexual: puede pasar del varón a la mujer, de la mujer al varón y de un varón a otro. El SIDA no se difunde por contactos casuales, no se difunde por el aire, no se difunde dándose la mano y no se difunde por tazas, vasos y cucharas. Este es uno de los mensajes más importantes que han de darse en la lucha contra el SIDA. Uno de los problemas fundamentales es que la gente concede atención primordial a ideas erróneas y teme a elementos equivocados. El SIDA en un reto sanitario sin precedentes con que se enfrenta el mundo entero. Se ha subestimado durante largo tiempo, pero estará con nosotros por lo menos las próximas dos generaciones. Ningún país está fuera de la zona de peligro; ningún país puede luchar eficazmente contra el SIDA si actúa aisladamente. Son indispensables las medidas coordinadas y complementarias en los planos nacional e internacional. La OMS ha aceptado el reto