ABSTRACT
La enfermedad de Lyme se puede manifestar por compromiso de diferentes órganos incluyendo la piel, el sistema nervioso central y el sistema musculoesquelético. Reportamos los casos de seis niños entre los seis y los 15 años de edad, vistos en una única institución,quienes ilustran las variadas manifestaciones de la enfermedad en sus fases aguda y crónica y las dificultades en su diagnóstico diferencial. En cuatro casos, la entidad fue adquirida en el Reino Unido, y en dos en países diferentes el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con una forma de presentación aguda y sintomatología típica es relativamente fácil, pero la presencia de manifestaciones atípicas y curso crónico de la enfermedad en niños puede presentar retos considerables al clínico
Subject(s)
Humans , Child , Borrelia burgdorferi/growth & development , Borrelia burgdorferi/isolation & purification , Borrelia burgdorferi/pathogenicity , Borrelia burgdorferi/physiology , Lyme Disease/classification , Lyme Disease/complications , Lyme Disease/diagnosisABSTRACT
La enfermedad de Lyme es una borreliosis transmitida por garrapatas del género ixodes que parece estar limitada a las zonas templadas, especialmente del hemisferio norte. En Norteamérica y Europa ha adquirido gran importancia clínica y epidemiológica desde 1975. Se caracteriza clínicamente por tres etapas sucesivas. En la temprana localización,se presenta eritema alrededor del sitio de picadura de la garrapata y puede haber síntomas constitucionales. En la temprana diseminada hay lesiones dermatológicas, síntomas constitucionales severos y manifestaciones neurológicas,articulares o cardíacas. En la etapa tardía hay alteraciones crónicas en articulaciones, piel o sistema nervioso. Usualmente los pacientes no presentan ni todas las etapas ni todos los síntomas. El diagnóstico se base más a menudo en hallazgos clínicos que en métodos de laboratorio, debido a la falta de reproducibilidad de estos últimos. En las etapas iniciales la enfermedad de Lyme responde bien a antibióticos: tetraciclinas (especialmente doxiciclina) y penicilinas. Puesto que actualmente no hay vacuna, la prevención consiste en evitar contacto con plantas que tengan ixodes, y en remover tales artrópodos de la ropa o la piel, lo más pronto posible