RESUMEN
Resumen: Según la Organización Mundial de la Salud, el suicidio se ha convertido en un problema de salud pública de dimensiones globales. El 45% de los fallecidos por suicidio consultaron con un médico de atención primaria dentro del mes antes de consumar el hecho, sin evidenciarse una evaluación exhaustiva del riesgo suicida. Pese a ser un evento prevenible, no existe una evaluación estandarizada del riesgo suicida atingente al contexto de atención primaria de salud, donde las competencias en salud mental son variadas y muchas veces las decisiones guiadas por el juicio clínico. Se realizó una búsqueda y revisión de la mejor evidencia disponible sobre escalas de evaluación del riesgo suicida para el médico no especialista; idealmente breves, predictivas y validadas. Se buscó en las bases de datos PubMed/MEDLINE, Cochrane, Epistemonikos, Google Académico. Además, se contactó a referentes nacionales e internacionales en el tema. Se encontraron 3092 artículos en la literatura, de los cuales se tamizaron 2971 mediante lectura de sus abstracts, siendo 73 artículos elegibles. De ellos, mediante lectura del artículo completo, se seleccionaron 20 artículos de donde se extrajeron finalmente cuatro escalas a las que se les realizó análisis comparativo. La revisión mostró que no existen escalas para la evaluación del riesgo suicida suficientemente precisas y predictivas que justifiquen intervenciones según sus resultados. Sus valores predictivos positivos varían desde uno a 19%. De los pacientes que se cataloguen como de "alto riesgo", sólo el 5% fallecerá por suicidio. Más aún, la mitad de los pacientes que se suicidan provienen de grupos de "bajo riesgo". Se reflexiona finalmente en torno a una evaluación del paciente con conducta suicida que logre integrar variables sociodemográficas, antecedentes de problemas de salud mental, su estratificación dentro de una escala y posibles acciones iniciales en el difícil contexto de la incertidumbre inherente a la atención primaria.
Abstract: According to the World Health Organization, suicide has become a public health problem of global dimensions. Forty-five percent of cases of suicidal fatalities had consulted with a primary care doctor during the month before the event took place, but no overall risk assessment had been conducted. Despite being an avoidable event, there is no standardized assessment of suicidal risk in the primary health care setting, where mental health care competencies are varied, and decisions often guided by clinical judgment. A search and review of the best available evidence was carried out on assessment scales of suicidal risk for the non-specialist doctor, ideally brief, predictive and validated. We searched PubMed/MEDLINE, Cochrane, Epistemonikos, and Scholar Google. We also contacted national and international experts on the subject. We retrieved 3092 documents, of which 2097 were screened by abstract, thus resulting in 70 eligible articles. After screening by full text, 20 articles were selected from which four scales were ultimately extracted and analyzed. Our review concludes that there are no scales with sufficient accuracy and predictive power for suicidal risk assessment, to justify interventions based on their results. Positive predictive values range from 1 to 19%. Of the patients who are classified as "high risk," only 5% will die by suicide. Moreover, half of the patients who commit suicide come from "low-risk" groups. Lastly, we discuss the importance of evaluating a patient with suicidal behavior by also integrating socio-demographic variables, history of mental health problems, stratification within a scale and possible initial actions in the challenging context of uncertainty in primary care.