RESUMEN
La ciudad de Medellín, Colombia, ha enfrentado un grave problema de violencia, particularmente homicida. Para avanzar en el conocimiento de la magnitud, distribución, principales características y posibles explicaciones de este problema, se realizó un estudio descriptivo-analítico retrospectivo para el período 1980-2007. Se revisaron bases de datos oficiales y registros hospitalarios; se realizó un grupo focal y se revisó la bibliografía disponible. Se encontró que la ciudad vivió una escalada de violencia homicida en el período, sumando un total de 84.863 homicidios. El 93% de las víctimas fue de sexo masculino y el 7% femenino. El grupo de edad más afectado fue el de 20-29 años. Los hombres de este grupo de edad registraron en 1991, el peor del período, una tasa sorprendente: 1.709 /100.000. Le siguió el subgrupo de 15-19 años, pero aún los grupos de edad de los extremos de la vida registraron tasas preocupantes. Las principales víctimas fueron los hombres jóvenes, de estratos medio-bajo y bajo, como se ha observado en otras ciudades y países de la región. Se identificaron las principales causas, los problemas de información y atención y las consecuencias del problema sobre el personal y los servicios de salud. Al final se plantean algunas tareas del sector salud en el enfrentamiento de la violencia homicida.
The Colombian city of Medellin has faced a severe problem of violence and homicide. The goal of this retrospective, descriptive-analytical study was to assess the magnitude, distribution, most salient characteristics and possible explanations for the problem between 1980 and 2007. Data were obtained from official databases, hospital records and the available literature, and a focus group was set up. There was a dramatic rise in homicides in the city in the time interval studied, with a total of 84,863 documented murders. Ninety-three percent of the victims were male. The 20 to 29 year-old age group was the most affected. Males in this age group, during the worst year of the period (1991), registered an astounding murder rate of 1,709 per 100,000. Even males in the 15 to 19 year age group and the older brackets saw high murder rates. The most common victims were from the lower and lower-middle socioeconomic strata, as has been observed elsewhere in the region. Serious problems were identified in information and in the provision of services. The impact of homicide on the delivery of healthcare services is discussed and a series of tasks for the healthcare sector in the control of this type of violence is proposed.