RESUMEN
La monitorización de la actividad de la tiopurina metiltransferasa (TPMT) se emplea para identificar a los pacientes tratados con azatioprina (AZA) y mercaptopurina (MP) que presentan mayor riesgo de mielotoxicidad. La actividad de la TPMT en la población general sigue una distribución trimodal, en la que aproximadamente el 11% de los individuos son heterocigotos y el 0.3% homocigotos para el alelo de baja actividad. Existen dos estrategias para identificar los pacientes con deficiencia de TPMT: la medición del fenotipo y del genotipo, con una elevada concordancia entre ambas técnicas. Se demostró una notable correlación entre el fenotipo o el genotipo de baja actividad de la TPMT y el riesgo de mielotoxicidad. Los pacientes con un genotipo homocigoto de alta actividad (o con actividad normal de la TPMT) deberían recibir dosis de inmunosupresores que hayan demostrado ser claramente eficaces. En aquellos enfermos con genotipo o fenotipo homocigoto de baja actividad de la TPMT se debería contraindicar el empleo de AZA/MP o, en todo caso, sería obligado administrar dosis muy reducidas de estos fármacos. En resumen, la determinación de la actividad de la TPMT constituye una atractiva opción para individualizar la dosis de AZA o MP y prevenir el riesgo de efectos adversos, aunque está por demostrarse si esta estrategia debe aplicarse rutinariamente en todos los pacientes. En cualquier caso, el fenotipo o el genotipo asociado con el déficit de TPMP explica únicamente un porcentaje de casos de mielotoxicidad, por lo que los controles analíticos periódicos deben seguir realizándose en estos pacientes a pesar de que la función de esta enzima sea normal.
Asunto(s)
/administración & dosificación , /efectos adversos , Azatioprina/administración & dosificación , Azatioprina , Azatioprina/efectos adversos , /diagnósticoRESUMEN
Objetivo: Realizar una revisión sistemática de los estudios que evalúan la prevalencia de Helicobacter pylori en los pacientes con linfoma MALT, así como analizar los factores de los que depende. Métodos: Se efectuó una búsqueda bibliográfica en Pubmed y se seleccionaron los artículos en los que se estudiaba la prevalencia de H. pylori en pacientes con linfoma MALT. Resultados: Se identificaron 38 estudios que incluían un total de 1 844 pacientes. La prevalencia media global de infección por H. pylori fue del 79%. En pacientes en los que se utilizaron dos o más métodos para el diagnóstico de H. pylori la prevalencia fue del 85%, frente al 77% cuando se empleó un método diagnóstico (p < 0.0001). La prevalencia de H. pylori en pacientes diagnosticados mediante histología fue del 75% frente al 85% cuando se utilizó serología (p < 0.0001). La prevalencia de H. pylori en los linfomas MALT de alto grado fue del 60%, frente al 79% en los de bajo grado (p < 0.0001). Se detectó la infección en el 74% de los linfomas MALT confinados a la submucosa, y sólo en el 44% de aquellos que sobrepasaban la submucosa (p < 0.0001). Conclusiones: La prevalencia de la infección por H. pylori en pacientes con linfoma MALT gástrico parece depender del número y tipo de técnicas diagnósticas utilizadas para detectar la infección, del grado histológico y de la profundidad de la invasión tumoral. Si se utilizan los métodos diagnósticos adecuados y si se consideran únicamente los linfomas de bajo grado la prevalencia de infección por H. pylori es muy elevada, cercana al 90%.
Asunto(s)
Infecciones por Helicobacter/diagnóstico , Infecciones por Helicobacter/etiología , Linfoma de Células B de la Zona Marginal/complicaciones , Linfoma de Células B de la Zona Marginal/diagnóstico , Linfoma de Células B de la Zona Marginal/microbiología , RevisiónRESUMEN
La prueba del aliento con urea (PAU) se basa en la capacidad de la ureasa producida por H. pylori para hidrolizar una solución de urea previamente marcada con el isótopo 13C o 14C. La utilización de 13C comporta indudables ventajas, ya que se trata de un isótopo natural estable y no radiactivo. La PAU es considerada actualmente como la técnica de elección para confirmar la erradicación de H. pylori (cuando no es precisa la gastroscopia), lo que deberá comprobarse al menos cuatro semanas después de haber finalizado el tratamiento antibiótico. La exactitud diagnóstica de la PAU es muy elevada, superior al 90%, probablemente debido a que valora la totalidad de la mucosa gástrica, a diferencia de los métodos diagnósticos basados en el análisis de la muestra obtenida por biopsia. Para la realización de la PAU se emplea tradicionalmente un espectrómetro de masas de relaciones isotópicas (isotope ratio mass spectrometer [IRMS]). Más recientemente se desarrollaron otras técnicas, entre las que destaca la espectrofotometría de infrarrojos (NDIRS). Ambos equipos poseen una similar y elevada exactitud diagnóstica. La utilización del IRMS podría ser más apropiada en hospitales donde se realicen numerosas pruebas del aliento o en aquellos sitios que actúen como centros de referencia para la recepción de muestras procedentes de otros lugares. El NDIRS, por su parte, constituye una atractiva alternativa para los laboratorios que procesan un reducido número de muestras o para el uso en la propia consulta.
Asunto(s)
Espectrometría de Masas , Urea , Ureasa , Helicobacter pylori , DiagnósticoRESUMEN
La prevalencia media de los anticuerpos anticitoplasma de los neutrófilos con patrón perinuclear (pANCA), considerados clásicamente como marcadores característicos de la colitis ulcerosa (CU), es de poco más del 50% en los pacientes con esta enfermedad, una cifra que, aunque evidentemente más alta que la descrita en los controles sanos, dista mucho del valor ideal del 100%. Por otro lado, los pANCA se encuentran también presentes en un porcentaje considerable media del 17% de los pacientes con enfermedad de Crohn (EC). La sensibilidad de los pANCA para el diagnóstico de la CU entre los pacientes con clínica compatible posee una sensibilidad subóptima (media del 58%), pero la especificidad es considerablemente elevada (media del 93%), por lo que un resultado positivo apoya con relativa seguridad el diagnóstico de CU. En las colitis indeterminadas el uso de estos marcadores serológicos podría aportarnos alguna información relevante, no sólo desde el punto de vista diagnóstico sino también terapéutico, por lo que su cuantificación podría ser una opción adecuada en este contexto. Diversos autores demostraron que los pacientes con EC y pANCA positivos, esto es, el marcador serológico típico de la CU, tienen características fenotípicas que mimetizan en parte a las de esta última enfermedad. La mayoría de los estudios demostraron que la presencia de pANCA no guarda relación con la actividad de la CU. En resumen, los marcadores serológicos pANCA pueden considerarse en algunas circunstancias como un complemento de otros métodos diagnósticos (como la radiología, la endoscopia o la histología), tienen una utilidad limitada en la práctica clínica y en ningún caso reemplazan el buen criterio clínico