Atención psicosocial de la malnutrición primaria por exceso / Psychosocial care over primary malnutrition

El estudio de la obesidad, por su complejidad, obliga a un trabajo interdisciplinario en el cual los aspectos socioeconómicos y económicos deben ser considerados conjuntamente con los factores biomédicos y dietéticos. La obesidad en los niños es considerada por algunos autores como una afección con causas emecionales, siendo la principal de ellas la alteración en la relación madre-hijo. El aprendizaje de la sensación de saciedad, suele verse afectado en el niño obeso a causa de una madre que lo sobrealimenta y con ello impide que reconozca sus señales internas y hambre y saciedad. Esto ocurriría por una interpretación inadecuada de las señales de malestar que el bebé emite, las cuales son asumidas por la madre en todo momento, como hambre. La comida cobra sí un valor "aplacador" de cualquier otra sensación displacentera, y esto se va a ir organizando como espuesta estereotipada ante cualquier eventualidad que el niño deba sobrellevar. Existen estudios que describen mayor sintomatología depresiva en niños obesos, tristeza, vivencias de soledad y mayor propensión a involurarse en conductas de alto riesgo como el hábito tabáquico, el consumo de alcohol y/o de otras sustancias psicoactivas.

Atención psicosocial de la malnutrición primaria por déficit / Psychosocial attention deficit primary malnutrition

La malnutrición primaria por déficit es uno de los principales problemas de salud pública en Venezuela y el mundo; su origen es considerado multifactorial porque implica la interrelación de factores orgánicos, psicológicos, sociales, económicos y ambientales; por lo tanto, para su detección, intervención y seguimiento se debe hacer un abordaje integral que permita el desarrollo de acciones y estrategias que incidan en los factores antes mencionados. Los problemas de índole económico, que determinan un incremento del desempleo, ingresos inestables y alta depedencia económica, limitan el acceso a los alimentos y se constituyen en indicadores de riesgo socioeconómico de la malnutrición infantil. En el área físico-ambiental, son comunes las deficiencias sanitarias, y relacionadas a éstas: el hacinamiento, condiciones de promiscuidad, irregularidad de los servicios de aseo urbano y agua potable, el consumo de agua sin tratamiento y las viviendas de construcción inestable, que pueden afectar la biodisponibilidad de nutrientes.