RESUMEN
En el presente estudio se determinó la prevalencia de bocio, de deficiencia de yodo y la relación con el estado nutricional. Se estudió una muestra de 2,538 niños, de ambos sexos, de 4 a 18 años, representativa de todo el país, pertenecientes a 51 escuelas. Se midió peso, talla, perímetro de brazo y pliegues cutáneos, se efectuó examen de cuello y en 88.3% de la muestra se obtuvo una muestra casual de orina, para determinación de excreción de yodo. Asi mismo, se recolectaron dos muestras de sal en expendios de cada una de las localidades a las que pertencían los escolares. La prevalencia total de bocio encontrada fue de 20.4%. En las niñas de 12 a 18 años, que vivian en el área urbana, la prevalencia fue de 37.4%. El factor determinante de la enfermedad fue la falta de yodación de la sal. Ochenta y seis por ciento de las muestras de sal recolectadas en toda la República estaban incorrectamente yodadas. El estado nutricional deficiente, en base a P/E y AMB, resultó relacionado con la presencia de bocio, en las niñas de 12 a 18 años, y el P/E, AMB, AGB, en los hombres. En los niños menores de 11 años, no se encontró ninguna relación entre bócio e indicadores de estado nutricional. Treinta por ciento de los escolares tuvieron excreciones de yodo en orina inferiores a 30 microng/g de creatinina, un promedio de 52.8 microng/g de creatinina y 3.2 microng/dl de yodo. Se encontró relación negativa entre niveles bajos de yodo en orina y Z T/E en menores de 11 años y Z T/E, Z P/E y AMB en mayores de 11 años. Se concluye que el deterioro en el programa de yodación de la sal es el factor determinante de la aparición nuevamente de la enfermedad y se recomienda la puesta en marcha de dicho programa como acción prioritaria dentro de salud pública