RESUMEN
El hombre configura su existencia como ser social. La convivencia humana necesita de forma (lenguaje, protocolo, norma, límite, etc). Todo aquello que transgrede la forma genera el caos. El hombre como ser social es necesariamente dual (Homo duplex). Persona es lo que somos (el yo interior, la intimidad); personalidad es la forma de ser (la apariencia, la máscara). Para convivir es necesaria la hipocresía. Partiendo de una experiencia personal, el autor describe como algunos psicológos y psiquiatras atropellan el derecho a la intimidad, teniendo ellos el deber de salvaguardar. Después de un breve estudio sobre el significado de "persona" y "personalidad", trata sobre la inversión del valor y el vacío existencial del hombre moderno. Finalmente señala los caminos principales para la realización de uno mismo en la autotrascendencia, y el encuentro del yo interior en la angustia.