RESUMEN
El carcinoma de células renales es responsable del 80 al 85 por cien de todas las neoplasias renales y su diagnóstico trae consigo la necesidad de intervención oportuna por las altas tasas de morbimortalidad relacionadas con esta patología. Es conocida la posibilidad de curación con el tratamiento quirúrgico cuando la enfermedad está organoconfinada, sin embargo, en un porcentaje no despreciable de pacientes aún con este tipo de intervención pueden desarrollar metástasis o recaídas posteriores a la cirugía. El desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas enfocadas al manejo fisiopatológico de esta enfermedad comienza a demostrar en medianos plazos respuestas que son alentadoras y que se han constituido en la herramienta terapéutica más adecuada posterior al manejo quirúrgico citorreductor. Está por definirse el papel de las terapias blanco como alternativas neoadyuvantes.