RESUMEN
El oxígeno (O2) es una de las drogas más utilizadas en clínica, su uso no está exento de riesgos. Existen guias internacionales para su uso, pero en nuestro medio no sabemos si se aplican. Nuestro objetivo fue describir la forma en que se utiliza y controla la oxígenoterapia en los 3 hospitales de la red del Servicio de Salud Talcahuano. Aplicamos una encuesta un día de agosto de 2016 a los pacientes hospitalizados en las instituciones de la red que recibían O2 en ese momento. Se recolectaron datos sobre la prescripción, administración y seguimiento de la terapia de O2. De los 381 pacientes auditados, un 13,7% recibía oxígenoterapia. Los diagnósticos más frecuentes fueron de causa respiratoria (46,15%) y cardiológica (25%). La indicación la dio un médico en 88,5% de los casos y en un 3,8% no había registro. En un 17,3% de los pacientes no había fundamento para la indicación. Se indicó una dosis fija en el 75% con una meta de SaO2 en el 50%, siendo naricera y máscara de Venturi los métodos de administración más frecuentes monitorizándose con oximetría de pulso en los hospitales menos complejos y gasometría arterial en el hospital terciario. La duración media de la oxígenoterapia fue de 7,8 días. Habiendo un buen fundamento y control de la oxígenoterapia aún no se indican metas a obtener. No hay un buen registro de la indicación ni de los cambios realizados. Creemos útil la realización periódica de este tipo de control para optimizar su uso evitando los potenciales efectos adversos en los pacientes.
Abstract Oxygen is a commonly used drug in clinics and its use must be judicious. There are guidelines for oxygen therapy but we ignore if these are respected in our country. We conducted an audit of oxygen therapy by applying a survey to 381 patients in the three hospitals of Talcahuano Public Health Service. The day of the audit 13.7% of the hospitalized patients were on oxygen, most of them with respiratory (46.15%) or cardiovascular (25%) diseases. Indication of O2 administration was given by a physician in 88.5% and there was not registry in 3.8% of the cases. There was not foundation for supplying O2 in 13.3% of patients. A fixed dose was indicated in 75% of cases and 50% had an oximetry value as a target. Oxygen was administered in most of the cases by nasal prongs and Venturi masks. Monitoring was based on pulse oximetry in the less complex hospitals and on arterial blood gases in the tertiary hospital. 100% of patients at urgency ward were receiving a different dose from that indicated at their admission time and none of them had a registry of the new dose. Mean duration of therapy was 7.8 days. We believe our results might represent what is going on with oxygen therapy in our country; having a good foundation and monitoring, we still don t use targets and there is a bad system of registry. We think that it would be advisably to carry out audits on oxygen therapy at national level on regular basis.