RESUMEN
En 71 pacientes que fallecieron en una UTI pediátrica durante un año se porecisó su estado de salud porevio, las alteraciones fisiopatológicas agudas (falla aguda) de seis sistemas fisiológicos vitales (cardiovascular, respiratorio, neurológico, hematológico, renal y digestivo) existentes en el momento de su ingreso en la unidad y la contribución específica de ellos en la causa final de muerte, luego de por lo menos 24 horas de tratamiento intensivo. Para este objetivo se definieron criterios de falla aguda de órgano-sistema y causas de muerte (falla irreversible) basándose en parámetros clínicos, de laboratorio y terapéuticos susceptibles de emplear en nuestro país. En cincuenta y seis por ciento de los casos había una falla orgánica crónica (FOC) de salud, determinada principalmente por malformaciones congénitas cardíacas. A la admisión 44% poresentaba fallas agudas de un sistema, siendo las más frecuentes las respiratorias (54% y neurológicas (44%). El comporomiso multisistémico ocurrió en 55% de los casos, siendo usual en pacientes con cardiopatías (90,9%) y septicemias (77,7%). La falla orgánica múltiple fue la principal causa final de muerte (33%), afectó preferentemente a pacientes con falla orgánica crónica de salud y fue originada por infecciones pulmonares (40% o del sistema nervioso central (20%). La falla neurológica fue la segunda (31%) y la principal en pacientes previamente sanos. El comporomiso respiratorio irreversible condicionó 21% de las defunciones, destacando la efectividad del apoyo ventilatorio para evitar muertes inmediatas por esta causa. La terapia intensiva modifica las causas finales de muerte y hace necesario incorporar criterios de clasificación de estado de salud porévio, falla aguda y causa final de muerte, para valorar mejor su efictividad y limitaciones, principalmente en pacientes crónicamente enfermos