RESUMEN
La vaginosis bacteriana es la infección de tejidos vaginales, generalmente por transmisión sexual, en cambio la vaginitis es la inflamación de la mucosa de la vagina y obedece a diversas etiologías. La vaginosis es más frecuente durante el periodo fértil y aunque su etiología es polimicrobiana se ha visto que uno de los agentes infecciosos más importante es Gardnerella vaginalis; identificada en la década de 1950 por Leopod, Gardner y Dukes, los que después de varios estudios la encontraron en un 98% de las mujeres con vaginosis y hasta un 50% en mujeres aparentemente sanas. Gardnerella vaginalis fue clasificada como una sola especie y fue establecida como agente causal de la vaginosis (antes conocida como vaginitis inespecífica). El cuadro clínico que presenta es caracterizado por una secreción blanca o blanco-grisácea que se percibe generalmente después de la relación sexual con olor fétido aminado (pescado). El diagnóstico certero es la base para evitar posibles complicaciones como la enfermedad inflamatoria pelviana y las complicaciones del embarazo. El tratamiento se basa principalmente en los fármacos como: metronidazol y clindamicina, debido a su efectividad y espectro, pero como todos se deben emplear con adecuada prudencia debido a su toxicidad. Además de que se deben corregir o modificar los factores predisponentes, ya que esta patología va en aumento convirtiéndose por su frecuencia en un problema de salud pública.