RESUMEN
La educación del médico en pleno siglo XXI, debe poseer altas condiciones humanas para tratar enfermos, esto requiere la apropiación de valores humanos y la búsqueda de la verdad durante toda su vida (Caturelli, 2002). Los valores expresan la concepción del bien, derivan de la inviolabilidad del hecho de ser verdaderos y corresponder a exigencias verdaderas de la naturaleza humana (Ratzinger, 2003). La educación del futuro médico ha de ser integral, con fuerte sustento teórico de conocimientos, gran habilidad para realizar maniobras, técnicas y procedimientos y fundamentalmente sustentada en una escala de valores humanos y universales invariables. Las Universidades y Escuelas de Medicina deben incluir en sus currículos la ética y los valores humanos como parte esencial de la formación del hombre que eligió la vocación de buen samaritano para aliviar el dolor de sus prójimos, curar sus heridas y aliviarle el sufrimiento. Por lo tanto, un egresado de la carrera, debe ser un genuino representante de los principios de la Ética Médica, debe haber asimilado los valores y cualidades morales de la profesión, como una parte esencial de su conducta y comportamiento (Echeverría, 2001). Esta necesidad fue traducida por Bankowski, en su libro "La Ética y los Valores Humanos en las Políticas Sanitarias", donde señala textualmente: "Educar en valores humanos para que los médicos elijan las metas, las prioridades y medios en la elaboración de una estrategia de política sanitaria en una comunidad e incluso nación".