RESUMEN
OBJETIVO: Demostrar la importancia de los factores culturales que hoy motivan a los niños mexicanos a consumir bebidas azucaradas y examinar sus implicaciones para el diseño de programas de promoción de estilos de vida saludable. MÉTODOS: Estudio cualitativo fenomenológico. Se llevaron a cabo nueve entrevistas con pares y cuatro grupos de discusión con niños de entre 9 y 10 años de edad en cuatro escuelas públicas del sur de la Ciudad de México. Las entrevistas se realizaron con apoyo de nueve fotografías de bebidas disponibles en las escuelas y en los hogares. Se buscó identificar las reglas culinarias asociadas con el consumo de bebidas azucaradas y las diferentes valoraciones que hacen los niños acerca de las bebidas. Las entrevistas y los grupos de discusión se grabaron y transcribieron en su integridad. Se desarrollaron matrices de análisis en categorías temáticas identificadas durante el estudio. El análisis se basó en la "comparación continua" de los discursos de niños y niñas, y entre los alumnos de las cuatro escuelas. RESULTADOS: Dos principales elementos de índole sociocultural, construidos en un marco cultural determinado, explican en parte el actual patrón de consumo entre los niños. El primero, una casi inexistente conceptualización de los niños con respecto al consumo de agua, confinada a la realización de actividad física, contraria a la amplia gama de circunstancias y ocasiones que encontraron para el consumo de alguna bebida azucarada. Segundo, la identificación de tres principios que parecen estructurar el consumo de las bebidas -combinación de alimentos salados con bebidas dulces, rol protagónico de las bebidas azucaradas en eventos sociales y asociación estrecha del consumo de agua con la sed provocada por el esfuerzo físico. CONCLUSIONES: Los resultados ponen en evidencia la importancia de considerar el papel de los elementos socialmente significativos en las prácticas alimentarias y la necesidad de considerarlos también en el diseño de las intervenciones con escolares. Resalta asimismo la necesidad de transformar la concepción actual de los niños con respecto a lo que beben, guiándolos y estimulándolos para que identifiquen el agua como una bebida que se toma a lo largo del día y no exclusivamente después de un esfuerzo físico. Finalmente, es perentorio en México que se garantice el acceso libre al agua potable dentro de las escuelas y se regule la publicidad alimentaria dirigida a los niños.
OBJECTIVE: Demonstrate the importance of the cultural factors that currently motivate Mexican children to consume sweetened beverages and examine their implications for the design of programs for the promotion of healthy lifestyles. METHODS: A qualitative phenomenological study involving nine peer interviews and four discussion groups was conducted among children aged 9 and 10 years in four public schools in southern Mexico City. The interviews employed nine photographs of beverages that are available in schools and homes. The aim was to identify the culinary rules associated with the consumption of sweetened beverages and the different views held by the children about the beverages. The complete interviews and group discussions were recorded and transcribed. Matrixes were developed for analysis of the subject categories identified during the study. The analysis was based on "continuous comparison" of the statements made by boys and girls, and among students from the four schools. RESULTS: Two main sociocultural elements, constructed in a given cultural framework, partly explain the children's current consumption patterns. The first, the nearly nonexistent concept that water is for drinking, with water consumption being limited to engagement in physical activity, in contrast to the wide range of circumstances and occasions found for the consumption of a sweetened beverage. Secondly, the identification of three principles that appear to underlie beverage consumption: the combination of salty food with sweet drinks, the important role of sweetened beverages at social events, and the close association between water consumption and the thirst induced by physical effort. CONCLUSIONS: The results show the importance of considering the role of socially significant elements in dietary practices and the need to also consider these elements when designing interventions for schoolchildren. It is also important to change the children's current views about what they drink, guiding and encouraging them to think of water as a drink to be consumed throughout the day and not only after physical activity. Finally, it is imperative in Mexico to guarantee free access to drinking water in schools and regulate food advertising that targets children.