Résumé
La atención previa al acto quirúrgico del paciente anciano hipertenso requiere una evaluación clínica integral y de algunas pruebas complementarias que permitan una evaluación lo más aproximada al riesgo quirúrgico, fijar una mejor estrategia de tratamiento multidimensional, prever complicaciones y programar una rehabilitación consecuente. La hipertensión arterial debe tratarse con fármacos, de manera individualizada y controlarse establemente previo al acto quirúrgico electivo, mantener tratamiento hasta el mismo día de la operación y después reiniciar tratamiento tan pronto como sea posible. El riesgo perioperatorio mayor del hipertenso anciano está en la inestabilidad tensional que acompaña al hipertenso no tratado, adicionado a la comorbilidad frecuente, daño en órganos diana, modificaciones propias del envejecimiento, sensibilidad a drogas y discapacidad. El envejecimiento poblacional nos lanza el reto de alcanzar una competencia profesional interdisciplinaria acorde con los problemas de salud que debemos enfrentar