RÉSUMÉ
Aparte del éxito inmediato de la cirugía y embolización terapéutica de las angiodisplasias, un cierto número de pacientes regresan a la consulta médica con recanalización de las fístulas arteriovenosas, después de haber sido resecadas o embolizadas. A partir de la presentación y discusión de dos casos clínicos de angiodisplasias torácicas: una simple y poco complicada y otra compleja y peligrosa, que amenazaba la vida de la paciente, los autores ponen de relieve las complicaciones y recidivas que siguen al tratamiento quirúrgico o a la embolización arterial terapéutica. La ocurrencia de recidivas tiene lugar aún cuando sea una sóla arteria la que persiste después de la resección quirúrgica o la embolización y hay cosas tan rebeldes al tratamiento que los enfermos imploran la amputación del miembro afectado por la angiodisplasia, la cual renace en el muñón del miembro amputado. La evolución, natural o postoperatoria, de la angiodisplasia está marcada por la angiogénesis incontrolable, cuya causa probable es un error en el programa genético, que persiste a pesar de la resección de la malformación vascular y es la causa del fracaso terapéutico