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1.
Rev. neuro-psiquiatr. (Impr.) ; 78(1): 30-34, ene. 2015. ilus
Article de Espagnol | LILACS-Express | LILACS, LIPECS | ID: lil-747006

RÉSUMÉ

Entre los grupos de apoyo mutuo a alcohólicos, Alcohólicos Anónimos (AA) es, sin duda, el más exitoso de todos, con decenas de miles de grupos dispersos por el mundo. Sin embargo, el mecanismo de acción de AA no está claro. Los avances en la neurociencia de la adicción han permitido identificar dos áreas cerebrales que, entre otras, explican el comportamiento irracional y autodestructivo de los alcohólicos. Por un lado, el alcohol “secuestra” los centros del cerebro encargados de detectar y sentir placer, y le proveen (a través de la liberación de dopamina en el núcleo accumbens y el área ventro-tegmental) con un estímulo placentero mucho mayor al de las experiencias típicas que nos producen placer (tales como alimentarnos y reproducirnos), siendo experiencias esenciales para la supervivencia y la evolución de las especies. La reproducción y evolución de las especies solo es posible por la forma en que el placer está íntimamente ligado a la sobrevivencia y reproducción del individuo, y es esta asociación la que es usurpada por las sustancias como el alcohol. Por lo tanto, para los centros del placer el alcohol equivale a la supervivencia del alcohólico. Por otro lado, el área de la corteza prefrontal (quizás el único lugar del cerebro que nos permite entender y prevenir los peligros del uso excesivo y compulsivo del alcohol) es también afectada por esta sustancia, que la convierte en hipoactiva e incapaz de contrarrestar las demandas del centro del placer de repetir la experiencia placentera (que ha resultado en la supervivencia del individuo y la evolución de las especies) asociada a usar alcohol. Los doce pasos de AA ayudan al alcohólico a revertir estos efectos, a través del uso de un sustituto en la toma de decisiones (el sustituto es, con frecuencia, los miembros de AA) y a través de conductas compensatorias dedicadas a revertir las conductas destructivas que facilitan al alcohólico el poder continuar intoxicándose. El mentir, robar, no ser honesto y ser manipulador no son síntomas de un trastorno de personalidad del alcohólico: son los síntomas de un centro del placer secuestrado por el alcohol y de una corteza prefrontal hipoactiva.


Among peer-support groups for alcoholics, Alcoholics anonymous (AA) is by far the most widespread and successful with tens of thousands of groups all around the world. However, the mechanism of action of AA’s success is not immediately clear. Advances in understanding the neuroscience of addiction have allowed the identification of two brain areas that, among others, explain the irrational and self-destructive behavior of alcoholics. First, alcohol hijacks the reward systems of the midbrain in charge of detecting and experiencing pleasure (through the release of dopamine in the nucleus accumbens and the ventral tegmental area) with a pleasurable stimulation that far exceeds the normal pleasures of life (such as eating and sexual reproduction). These pleasurable experiences are essential for the survival and evolution of the species. Nature has cleverly linked pleasure with survival, and it is exactly this link that is usurped and hijacked by intoxicants like alcohol. Therefore, the reward system senses the effect of alcohol as essential for the survival of the alcoholic. In addition, the prefrontal cortex (perhaps the only area of the brain that could allow us to understand and prevent the dangers of the excessive and compulsive alcohol use) is also affected by this intoxicant. It becomes hypoactive and unable to counteract the urges and demands of the reward system to constantly repeat the “feel good” (associated over millions of years with survival of the individual and species) that comes from using alcohol. The Twelve Steps of AA help alcoholics reverse these effects. First, through steps 1 to 3, it encourages the use of a Surrogate Decision-Maker (often, it is the AA group itself that acts as such). Second, steps 4- 12 foster the practice of Compensatory Behaviors (a life of honesty and service) devoted to counteract the maladaptive behaviors that facilitate the alcoholic’s behavior of repeating what feels good (i.e. getting intoxicated). Lying, stealing, dishonesty and manipulation are not intrinsic personality defects of the alcoholic: they are the symptoms of a usurped reward system and hijacked prefrontal lobes.

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