RÉSUMÉ
Introducción: Los pacientes críticos pediátricos son susceptibles de presentar alteraciones del flujo sanguíneo cerebral que impliquen un deterioro de su estado de salud funcional. Objetivo: Identificar factores predictores de mayor riesgo de mala evolución funcional en pacientes pediátricos críticos con sepsis. Métodos: Se realizó un estudio de cohortes retrospectivo con menores de 18 años de edad con sepsis, ingresados en la unidad de cuidados intensivos pediátricos. Se recogieron variables epidemiológicas, clínicas y del estado de salud funcional previas al ingreso, al alta y a los 6 meses. El estado de salud funcional se evaluó mediante la escala de categorías de estado global y cerebral pediátrico. Se evaluó el cambio del estado funcional entre el ingreso y a los 6 meses del alta. Se realizó un análisis univariante para comparar grupos considerando el mal pronóstico y el cambio del estado funcional y su relación con las variables. Resultados: Se incluyeron 46 pacientes. A los 6 meses del alta, cuatro (8,7 por ciento) presentaron mal pronóstico funcional y ocho (17,4 por ciento) empeoramiento funcional respecto al ingreso. No se encontraron asociaciones entre las variables predictoras y la morbilidad, aunque se observó cierta tendencia en algunas como mayor soporte inotrópico (VIS > 20: 12,5 por ciento vs. 50 por ciento, p= 0,075), extracorpóreo y de reemplazo renal (25 por ciento vs. 2,6 por ciento, p= 0,074) y estancia hospitalaria más prolongada (50 por ciento vs. 15,8 por ciento , p= 0,055). Conclusiones: El soporte en la unidad de cuidados intensivos pediátricos no fue un predictor de morbilidad funcional en la muestra(AU)
Introduction: Critically ill pediatric patients are susceptible to cerebral blood flow alterations that imply a deterioration of their functional health status. Objective: To identify predictors of a higher risk of poor functional outcome in critically ill pediatric patients with sepsis. Methods: A retrospective cohort study was conducted with children under 18 years of age with sepsis, who were admitted to the pediatric intensive care unit. Epidemiological, clinical, and functional health status variables were collected prior to admission, discharge, and after 6 months. Functional health status was assessed using the Pediatric Global State and Brain Status Category Scale. The change in performance status between admission and 6 months after discharge was assessed. A univariate analysis was performed to compare groups considering poor prognosis and change in functional status and their relationship with the variables. Results: A total of 46 patients were included. At 6 months after discharge, four (8.7 percent) had a poor functional prognosis and eight (17.4 percent) had functional worsening at admission. No associations were found between the predictor variables and morbidity, although some trends were observed in some variables, such as greater inotropic support (SIV > 20: 12.5 percent vs. 50 percent, p = 0.075), extracorporeal and renal replacement (25 percent vs. 2.6 , percent p = 0.074), and longer hospital stay (50 percent vs. 15.8 percent , p = 0.055). Conclusions: Support in the pediatric intensive care unit was not a predictor of functional morbidity in the sample(AU)
Sujet(s)
Humains , Enfant , Adolescent , Circulation cérébrovasculaire , État de santé , Facteurs de risque , Sepsie/épidémiologie , Patients , Unités de soins intensifs pédiatriques , Études rétrospectives , Études de cohortes , Soins de réanimation/méthodesRÉSUMÉ
ABSTRACT Introduction: The use of corticosteroids has been shown not to improve the prognosis of patients with bronchiolitis, but it could be assumed that steroids will reduce inflammation. Objective: This study aimed to assess whether corticoid therapy influenced the inflammatory and clinical response of critically ill infants. Methods: Prospective, randomized, double blind placebo-controlled trial of glucocorticoids (GCT) in infants of less than 12 months with severe or moderate bronchiolitis. Patients were randomized to receive systemic corticoid therapy (low dose for 7 days) or placebo. The main outcomes were: a) levels of lymphocyte subsets; b) levels of IL-2, IL-12, and IFNγ as pro-inflammatory factors, and c) levels of IL-4 and IL-10 as anti-inflammatory response. Secondary outcomes related with the clinical response were also analyzed. Results: 97 patients were randomized. Evolution of lymphocyte subsets was similar in both groups. Pro-inflammatory interleukins and interferon decreased, but without differences. Anti-inflammatory interleukins showed a significant decrease from baseline to the end of the study, and IL-10 values were significantly lower (p = 0.046) in the GCT group [1.82 pg/ml (1.2-3.5)] vs non-GCT [4 pg/ml (1.5-6.3)]. GCT group showed a lower time of mechanical ventilation and of hospitalization, but without statistically significant differences. No cases of severe adverse reaction to steroids were detected. Conclusions: Administration of systemic GCT did not modify the inflammatory nor the clinical response of patients with severe bronchiolitis, except for IL-10 levels that were significantly lower in the GCT group. This can open a line of investigation about the relation of IL-10 and response to bronchiolitis.
RESUMEN Introducción: Se ha demostrado que los glucocorticoides no mejoran el pronóstico de pacientes con bronquiolitis, pero se podría suponer que reducen la inflamación. Objetivo: Evaluar si los glucocorticoides influyen en la respuesta inflamatoria y clínica de los lactantes críticos. Métodos: Ensayo prospectivo, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo en lactantes < 12 meses con bronquiolitis grave y administración de glucocorticoides sistémicos (dosis bajas 7 días). Se examinaron: a) concentraciones de subconjuntos de linfocitos; b) concentraciones de IL-2, IL-12 e IFNγ como factores proinflamatorios, y c) concentraciones de IL-4 e IL-10 como respuesta antiinflamatoria. También se analizaron los resultados relacionados con la respuesta clínica. Resultados: Se aleatorizaron 97 pacientes. La evolución de los subconjuntos de linfocitos fue similar en ambos grupos. Disminuyeron las interleucinas proinflamatorias y el interferón, pero sin diferencias. Las interleucinas antiinflamatorias mostraron una disminución significativa desde el inicio hasta el final del estudio, y los valores de IL-10 fueron significativamente más bajos (p= 0,046) en el grupo de glucocorticoides [1,82 pg/ml (1,2-3,5)] frente a los no glucocorticoides [4 pg/ml (1,5 - 6,3)]. El grupo glucocorticoides mostró menor tiempo de ventilación mecánica y de hospitalización, pero sin diferencias significativas. No se detectaron reacciones adversas graves a glucocorticoides. Conclusiones: La administración de glucocorticoides sistémicos no modificó la respuesta inflamatoria ni clínica de los pacientes con bronquiolitis severa, excepto las concentraciones de IL-10 que fueron significativamente menores en el grupo de glucocorticoides. Esto puede abrir una línea de investigación sobre la relación de IL-10 y la respuesta a la bronquiolitis.