Résumé
Desde la perspectiva del modelo intersubjetivo, se analiza y reflexiona, respecto a las dificultades y desafíos que como terapeutas debemos enfrentar en el establecimiento de la alianza terapéutica con pacientes suicidas.En el trabajo con pacientes suicidas nos encontramos con una primera etapa que se configura como un impasse y que, como tal, implica aspectos tanto del paciente como del terapeuta, cuya resolución es crucial para el desarrollo y pronóstico del proceso terapéutico que se intenta llevar a cabo.Durante la etapa inicial del tratamiento, por lo general, nos encontramos con un paciente disociado de sus estados emocionales, capaz de hablar de sí mismo, de su decisión de quitarse la vida, de su conducta y sus implicancias sin ningún afecto. Como terapeutas inevitablemente nos enfrentamos con el desafío de comprender y contener aspectos esenciales de la experiencia humana respecto al sentido de la vida, lo que nos lleva a revisar, cuestionar y reflexionar en torno a nuestro propio sentido vital, debiendo hacernos cargo y elaborar nuestra propia subjetividad, resultante de la interacción. El desafío apunta a la necesidad de sostener la tensión psicológica de un encuentro cargado de ambivalencia, de modo de favorecer el desarrollo y significado del proceso analítico. Con el objeto de ejemplificar lo señalado, en relación a este primer encuentro, se presentará una viñeta clínica.
This article analyzes and presents a discussion on the difficulties and challenges that we as therapists must face when establishing a therapeutic alliance with suicidal patients, from the perspective of the intersubjective model.Working with suicidal patients entails a first stage configured as an impasse, which involves aspects both of the patient and of the therapist, whose resolution is crucial for the development and prognosis of the therapeutic process. During the initial stage of the treatment, we generally encounter a patient who is dissociated from his/her emotional states and who are able to talk about themselves, their decision to take their own lives, and their conduct and its implications with no affect whatsoever. As therapists, we inevitably face the challenge of understanding and containing the essential aspects of human experience regarding the meaning of life, which makes us revise, question, and reflect on the meaning of our own lives. This requires that we process and take responsibility for our own subjectivity as a result of the therapeutic interaction. The challenge refers to the need to sustain the psychological tension of an encounter loaded with ambivalence, in order to foster the development and meaning of the analytical process. A clinical vignette will be presented in order to exemplify the above in connection with this first encounter.