Résumé
Los programas agresivos de tratamiento multidisciplinario, han hecho que aumente significativamente la sobrevida en los casos de cáncer infantil. Sin embargo, la morbilidad relacionada con la terapéutica es considerable. Ello ha inducido la necesidad de diseñar modalidades de accesos venosos, y mejor prolongados, tanto para la administración de tratamiento como para extracción de muestras de sangre, así como el aporte nutritivo e hidroelectrolítico por largos períodos. Se destaca la ventaja de implantar éste tipo de catéteres de larga permanencia en aquellos pacientes con dificultad de cateterización venosa periférica, así como de las instrucciones impartidas al personal paramédico en el manejo de dichos catéteres. Se pueden utilizar catéteres percutáneos de Silastic (Hitckman o Broviac) o implantar cápsulas de inyección sub-cutánea conectadas a un catéter venoso central (Port-a-cath, Implatofix). Desde 1997, en pacientes pediátricos seleccionados que portaban patología oncológica, se inició el uso de éstos tipos de catéteres con mínimas complicaciones y excelentes resultados