RÉSUMÉ
A partir de la década de 1960 en que cobró auge la técnica de artroplastia total de cadera (ATC), han surgido diversas propuestas y modificaciones reales a los distintos diseños de prótesis totales de cadera, con la finalidad de mejorar aún más los resultados que ofrece dicha operación. Los esfuerzos empleados en ciencia y tecnología en este dentido no han sido vanos, y podemos decir que la ATC en la primera parte de la década de 1990 es, sin lugar a dudas, uno de los procedimientos quirúrgicos ortopédicos más exitosos. Existen razonable uniformidad de criterio en cuanto a las indicaciones de la cirugía y principalmente en cuanto al objetivo fundamentalmente de la misma: suprimir el dolor y devolver la función. Existen algunas diferencias de opinión en cuanto al mejor diseño de una u otra prótesis, al igual que en cuanto al tipo de metal empleado en cada una y en cuanto a algunas otras particularidades de diseño y técnica quirúrgicas. Sin embargo. ninguna diferencia es tan marcada entre distintos grupos y escuelas de ortopedia como la relativa al método idóneo de fijación de una prótesis. El objetivo de este trabajo es analizar los puntos a favor y en contra de cada una de estas corrientes, y presentar la experiencia clínica de 100 artroplastias totales de cadera, realizadas con los criterios y recomendaciones de los autores y que se manifiestan en la preferencia de artroplastias no cementadas o artroplastias híbridas de cadera.